El otro día os contábamos que en la zona de la Garrotxa hay lugares muy interesantes que vale la pena conocer, como el Salt de Can Batlle. Sin duda, sabemos el porqué esta zona es considerada una de las más bonitas de toda Cataluña. Y es que sus paisajes, sus colores y sus pueblos la hacen una de las comarcas más interesantes de todo el territorio. Por eso os queremos enseñar también el Salt del Roure, un precioso salto de agua situado a muy pocos kilómetros de Olot.
Si os interesan este tipo de rutas, os recomendamos leer el post sobre Els gorgs de la Febró, El Gorg Negre o El Salt del Molí, unos rincones que no os dejarán indiferentes.
Cómo llegar al Salt del Roure
Este lugar se encuentra muy cerca de Joanetes, un pequeño pueblo de la comarca de la Garrotxa. Así que nuestra recomendación es que en el GPS pongáis directamente Salt de Can Batlle y os llevará a la entrada de el camino. Tened en cuenta que es un camino privado y que tiene una cadena, así que no podréis pasar. Podéis dejar el coche en las coordenadas 42.117257, 2.406802 que es justo la entrada del camino. Es aproximadamente el km 4,5 de la carretera del coll de Bracons.
Allí podéis dejar el coche a un lado siempre y cuando no moleste. No aparquéis delante de la cadena porque salen y entran coches, así que lo tendréis que dejar un poco apartado. Otra opción que tenéis es dejar el coche en Joanetes y subir andando. La ruta es algo más larga, pero si tenéis tiempo no está nada mal. Si habéis dejado el coche en las coordenadas solo tenéis que cruzar la cadena y empezar el camino hasta el Salt del Roure.
Inicio de la ruta
El camino por el que empezamos es asfaltado, de hecho es la vía de acceso y escape de los servicios de emergencias si pasara algo en los túneles de la carretera C-37 (Túnels de Bracons). Seguimos por aquí unos 10 minutos, hasta que se acaba el asfalto y empieza un camino de tierra. Allí veremos una valla metálica que está abierta.
La cruzamos y avanzamos unos pocos metros, tenemos que estar atentos porque a mano izquierda veremos un cartel de madera que nos indica la dirección del Salt del Roure. Tenemos que abrir el mecanismo cogiendo el plástico negro, ir con cuidado porque sino… ¡os va a dar un chispazo! Pasamos y volvemos a cerrar para que no se escapen los animales.
Avanzamos un poco hasta encontrar el primer árbol en el que veremos una marca de pintura blanca, aquí tenemos que coger el camino de la derecha. Si seguís avanzando os volveréis a encontrar con otro árbol con marca blanca. Eso significa que vais por buen camino. A escasos tres minutos veremos una ermita.
La Ermita de Sant Mateu
Es una bonita sorpresa en el camino al Salt del Roure. Se trata de una pequeña ermita que data del siglo XIV y que está totalmente reconstruida. Ha sido declarada Bien Cultural de Interes Local. La verdad es que se ve muy limpia y nueva, pero no por ello le quita su encanto. Al estar rodeada de bosque, la hacen un lugar muy interesante. Estaba cerrada así que no pudimos acceder a su interior.
Ahora es importante estar atentos, no tenéis que seguir el camino de la izquierda , sino que tenéis que ir por un pequeño camino que se ve al lado de la puerta de la ermita. Si estáis atentos no tiene perdida. Empezaréis a ver que el camino se adentra en el bosque, deberéis seguir por aquí unos minutos y empezaréis a escuchar el sonido del agua.
Llegando al Salt del Roure
Ya estamos bastante cerca del Salt del Roure, es el último tramo de la ruta. Desde la ermita al salto de agua se tarda aproximadamente quince minutos. Vais avanzando y encontraréis un momento que el camino se bifurca en dos, debéis coger el camino de la derecha. El sendero se estrecha un poco, pero es muy seguro. Andamos unos minutos más y ya nos encontraremos de frente con el Salt del Roure.
Justo antes de llegar, el camino está muy embarrado, entre la humedad del bosque y las lluvias, está bastante resbaladizo. Así que recomendamos ir con mucho cuidado, sobretodo el tramo de escaleras en la roca que son un poco empinadas. Este es el tramo más difícil, pero solo por ser resbaladizo, aunque hay unas cuerdas en la roca que os ayudarán a bajar al Salt del Roure.
Una vez a bajo el paisaje que vimos era ¡espectacular! A pesar de no haber demasiada agua en la cascada, el entorno que la rodea, con los colores otoñales y la tranquilidad que transmite, nos resultó un lugar mágico. Es un salto de agua de unos 30 metros de altura, desde la base se ve impresionante. Así que decidimos sentarnos un momento allí y disfrutar del lugar. En verano, los más atrevidos se pueden bañar y refrescarse.
Regreso al aparcamiento
Después de casi una hora en el Salt del Roure decidimos volver al coche. Como no es una ruta circular, deshicimos el mismo camino. Recordar que al volver también tenéis que abrir y cerrar el mecanismo del alambre con el plástico negro. La ruta es de unos 3-4km y dura algo más de una hora, así que no os lo penséis y animaros a hacerla.
Se trata de una ruta muy sencilla y accesible, así que recomendamos mucho hacerla. Además la Garrotxa tiene rincones espectaculares como el Salt de Can Batlle o el Salt de l’Olla, para acabar de completar una jornada fantástica. Si la hacéis, nos gustaría que nos dejarais vuestra experiencia en un comentario. ¡Muchas Gracias!
Muchas gracias por el blog porque sin duda ha sido de ayuda, aparcamos en la fonda barris y a caminar carretera arriba. Quitaron la cuerda para el tramo de bajar a la cascada. Y hay que irse con cuidado no resbalar con el barrizal. Es precioso lastima que este tan poco señalizado
Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que es una ruta muy chula, a nosotros nos gustó mucho. Nos alegramos que nuestro blog te ayudara a descubrir este lugar.
Un saludo, Fons & Leila
Hola vamos un par de dias a montiagut i Oix y nos gustaria hacer alguna de las rutas que explicais pero vamos con un perro de 3 patas y buscamos rutas que sean mas bien planas y accesibles,nos podriais recomendar alguna?? Muchas gracias
Hola! Pues te podemos recomendar el Salt de Can Batlle, está muy cerca de Olot y es una ruta muy sencilla. También el Salt del Roure, una ruta un poquitin más larga pero no tiene tampoco mucha dificultad. Y por último, pasear por la Fajeda de’n Jordà, un bosque precioso, en verano quizás no es tan espectacular como en otoño, pero vale la pena. Un saludo.