Os queremos contar una de las rutas por Europa que más hemos disfrutado. La Alsacia es uno de esos lugares de cuento, donde todos los pueblos que hay son preciosos y perderse por sus calles es casi una obligación. Nuestra ruta por esta zona duró tres días y aquí os explicaremos todos los sitios que visitamos.
También podéis ver el post de toda nuestra ruta por la Alsacia, el Valle Mosela y la Selva Negra.
Sí estáis buscando mercadillos, os dejamos el post de los mejores mercadillos de navidad de Europa. Además, otros mercados navideño que os recomendamos en Francia son el Village de Noël de Le Barcarès o Los del sur de Francia.
Primer Día
Basilea – Estrasburgo
Llegamos al aeropuerto de Basilea pasadas las 09:30 de la mañana y rápidamente nos fuimos a buscar el coche de alquiler para poner dirección a Estrasburgo, que es donde teníamos el apartamento las tres noches de nuestra ruta por Alsacia.
En poco más de una hora llegamos al piso que conseguimos gracias a la aplicación Home Exchange y en la que nos sentimos como en nuestra casa. Teníamos muchas dudas sobre cómo funcionaría esta aplicación y si era seguro, pero no pudimos acabar más contentos, así que en este post os explicamos más sobre el intercambio de casas, ahora os queremos contar nuestra experiencia en la bonita Alsacia.

Una vez instalados en el apartamento decidimos ir a descubrir Estrasburgo, estábamos muy cerca del centro, así que en 10 minutos andando nos encontramos con la enorme Catedral de Notre-Dame, nos impresionó mucho, es preciosa, no nos extraña que sea patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La entrada a la catedral es gratuita, suele haber mucha cola así que recomendamos ir a primera hora.
Si no queréis probar el intercambio de casas, igualmente os recomendamos Estrasburgo como ciudad donde alojaros. Está cerca de todos los pueblos más bonitos de la Alsacia y ademas tiene lugares súper bonitos que visitar. Nosotros os recomendamos el Hotel de L’Ill, céntrico, bonito y muy bien de precio. Estuvieron unos familiares y acabaron encantados.
La leyenda del reloj astronómico
Una de las cosas que más nos sorprendió del interior de la catedral fue su famoso reloj astronómico, una auténtica maravilla, del cual se cuenta que a los propietarios les gustó tanto que hicieron que el maestro relojero que lo creó, quedara ciego para que no pudiera hacer otro igual. El relojero se vengó averiando el mecanismo del reloj que todavía nadie ha podido volver a reparar.

Cuando nosotros fuimos, los mercados de navidad ya no estaban, pero la ciudad mantenía la misma esencia ya que dejan la decoración navideña hasta principios de enero. Si queréis ir a ver los mercados navideños, tener en cuenta que empiezan a finales de noviembre hasta finales de diciembre, aquí podéis ver los horarios y los diferentes mercados de Estrasburgo.
Después de visitar la catedral seguimos paseando por el casco histórico de Estrasburgo, sus canales, sus hermosas calles, sus casas llenas de colores y todo su ambiente mágico y navideño. Hacía bastante frío, así que decidimos parar a comer algo para entrar en calor y coger fuerzas para llegar a uno de los puntos más bonitos de la ciudad. La Petite France.
Petite France
Uno de los lugares más bonitos de la ciudad sin ninguna duda, es el barrio de la Petite France, con sus hermosas casas de madera colgando de los canales, sus flores en las terrazas y sus coloridas fachadas, hacen de este sitio uno de los puntos más interesantes y con más gente de Estrasburgo.
Nosotros nos perdimos por sus bonitas callejuelas, hicimos muchas fotos, paseamos por sus canales y tomamos un chocolate caliente en uno de sus muchos locales. Teníamos pensado coger un barco para navegar por el canal y conocer toda la ciudad, pero era el día de fin de año y cerraban todo muy pronto, así que nos conformamos con sacar unas fotos más y ir a buscar algún lugar donde cenar.

Habíamos leído mucho y bien sobre un restaurante típico de la zona que se llama Au Breasseur, pero no pensamos en que era la noche de fin de año y estaba cerrado, estuvimos mirando otras opciones pero todos eran muy caros o estaban ya llenos, así que como estábamos muy cansados, nuestra solución fue ir a un supermercado a comprar unas pizzas y celebrar fin de año en el apartamento. Aunque a las 22:00 ya dormíamos.
Segundo Día
Uno de enero, nos levantamos muy pronto para poder conocer los bonitos pueblos de la Alsacia sin encontrarnos mucha gente, desayunamos fuerte en el apartamento y nos fuimos dirección a Eguisheim el primer pueblo que queríamos visitar.
Eguisheim
Des del primer momento que leímos y vimos fotos de este pueblo, tuvimos claro que era una parada obligatoria. De hecho en 2013 fue elegido el pueblo más bonito de Francia. Y razón no les falta. Nos gustó mucho la forma de este pueblo, pues su centro histórico tiene forma circular algo que no estamos acostumbrados a ver.
Aparcamos justo en la entrada del pueblo, por el módico precio de 3€ puedes dejar el coche todo el día. Aunque en un par de horas ya lo has recorrido todo y fotografiado los lugares más bonitos. Nosotros llegamos muy temprano y no había ni un solo coche en el parking, así que aprovechamos para conocer el pueblo tranquilamente y a nuestro aire.
Llevábamos pocos minutos andando cuando nos encontramos con uno de los rincones más bonitos del pueblo y que tanto habíamos visto en fotos. Le Pigeonnier, que se encuentra en la Rue Rempart. Estuvimos allí como media hora solos haciendo fotos. Valió la pena levantarse pronto.

Después de sacar muchas fotos proseguimos con la visita al pueblo, la verdad es que tiene mucho encanto, mires donde mires ves casas bonitas, calles bien adornadas y sientes ese espíritu navideño de la Alsacia que tanto nos ha cautivado.

Antes de finalizar nuestra visita a Eguisheim, nos habían recomendado un lugar para probar los mejores bretzels de la Alsacia, así que seguimos las indicaciones que nos dieron y encontramos justo en frente del restaurante traiteur Le Pavillon Goumand una pequeña tienda llena de bretzels de todo tipo y de diferentes tamaños. Nos recomendaron probar los de almendra rellenos de crema y sin duda fue todo un acierto. ¡Estaban muy buenos!
Los mejores Bretzels de Eugisheim
Colmar
Después de devorar esos bretzels, nos dirigimos a Colmar, probablemente el pueblo más famoso de la Alsacia. Se encuentra a 15 minutos de Eguisheim. Al ser domingo no se paga la zona azul, así que aparcamos muy cerca de la Petite Venice, el barrio más bonito de la ciudad.
En cinco minutos andando llegamos al centro de la Petite Venice, empezamos a ver las típicas casas de madera, coloridas, con el canal pasando por al lado de sus puertas, un sitio ideal para ser fotografiado. Nos encantó este barrio, estuvimos un buen rato paseando por sus calles. También, si disponéis de más tiempo, podéis hacer free tour por Colmar y conocer las historias y leyendas que rodean a la ciudad.

Después de sacar unas fotos y asombrarnos con las bonitas casas de colores diferentes, nos fuimos adentrando en la ciudad y nos encontramos el mercado cubierto, un buen lugar para comer ya que en su interior hay muchas paradas con comida francesa. Nosotros lo encontramos cerrado, así que seguimos paseando dirección a la catedral de Colmar.

La catedral se encuentra en el centro de la ciudad, la entrada es gratuita así que es buen lugar para visitar. Muy cerca, podemos ver la Maison Pfister. Uno de los edificios más antiguos de la ciudad, de estilo renacentista y con la fachada llena de escenas de la biblia. ¡Una preciosidad!
Colmar nos estaba pareciendo una de las ciudades más bonitas de la Alsacia, así que antes de irnos, decidimos pasear por sus calles decoradas de navidad, aunque ya no había mercadillos, valía la pena perderse por este precioso lugar. En este enlace podréis ver las fechas de los mercados navideños de Colmar. Nos hubiéramos pasado todo el día en esta ciudad, pero queríamos descubrir otro de los lugares que más nos sorprendió, la estatua de la libertad, así que fuimos al coche para ir a verla.
La estatua de la libertad
Exacto, la mismísima estatua de la libertad se encuentra en una de las rotondas de entrada a Colmar. Bueno, una réplica de dicha estatua, pues el escultor de la estatua original que se encuentra en Nueva York, Auguste Bartholdi, nació en este pueblo. Así que con el coche se puede llegar rápido al lugar, hay sitio para aparcar muy cerca y se visita muy rápido, ya que no os llevará más de 5 minutos.

Después de parar a sacar unas cuantas fotos con la estatua volvimos al coche para seguir nuestra ruta por los pueblos de Alsacia. Nuestra tercera parada del día era el pequeño pueblo de Turkheim.
Turkheim
Llegamos al aparcamiento del pueblo en apenas media hora, se encuentra en la plaza de la República, justo delante de la muralla, se puede aparcar de manera gratuita todos los días del año excepto los viernes por la mañana, ya que allí se celebra el mercado del pueblo.
Turkheim es conocido por ser un pueblo medieval y todavía conserva gran parte de su muralla y tres de sus puertas de entrada están todavía en pie, la más conocida es la puerta de France, que se encuentra a escasos metros del parking. Nosotros entramos por esta puerta.

Este pequeño pueblo de la Alsacia es conocido por su famoso calendario de adviento gigante que celebran cada año por Navidad. Los niños de este bonito lugar, del 1 al 24 de diciembre a las 17:00 de la tarde abren una ventana del calendario, haciendo de este momento del día uno de los más bonitos y mágicos de la Navidad.

Nosotros paseamos por las bonitas calles de este hermoso pueblo medieval, es muy pequeño así que en apenas media hora se puede visitar tranquilamente. Nos paseamos un poco por Turkheim, después buscamos un lugar para tomar un café o comer algo, pero estaba casi todo cerrado. Habíamos leído muy buenos comentarios sobre la pizzería roma, pero también estaba cerrada. Así que nos fuimos a visitar el último destino del día en nuestra ruta por Alsacia. La villa de Kayseberg.
Kayseberg
Este bonito pueblo rodeado de viñedos es uno de los más visitados de Alsacia, no hay problema para encontrar aparcamiento ya que hay muchos lugares donde se puede aparcar, eso sí, todos son de pago, incluso en días festivos. Aunque el precio no es muy alto, 1€ la hora y muy cerca de la entrada del pueblo.
Nos adentramos por las bonitas calles decoradas de Kayseberg con la intención de parar a tomar algo calentito y probar el famoso roscón de reyes, pero al ser festivo estaba casi todo cerrado. El pueblo en sí es muy pequeño pero tiene mucho encanto. Casi sin querer nos encontramos con la calle principal, la rue du Général de Gaulle, aquí podimos encontrar casi todos los atractivos de la ciudad, una calle muy pintoresca y bonita.

En apenas cinco minutos llegamos a la iglesia de la Santa Cruz, que se encuentra en la plaza Jean Ittel, una de las más fotografiadas del pueblo y donde se encuentra también la fuente de Constantino, rodeada de flores y luces. ¡Un lugar precioso! Muy cerca de allí se encuentra también el puente fortificado que cruza el río, otro de los lugares más bonitos del pueblo.
Después de visitar las calles principales del pueblo decidimos subir al castillo, ya estaba casi anocheciendo así que queríamos ver ese momento desde el punto más alto de Kayseberg. En apenas diez minutos llegamos a la base de la fortaleza, aunque hay rutas de viñedos que puedes hacer para llegar al castillo, pero no teníamos mucho tiempo. Una vez bajo la torre hay que subir unas 200 escaleras de caracol para llegar a la cima donde las vistas al pueblo son muy bonitas. Como se hizo de noche decidimos ir ya hacia Estrasburgo donde teníamos el apartamento.
Vistas desde el castillo de Kayseberg
Estrasburgo
Llegamos aproximadamente a las 19:30 de la tarde, dimos otro paseo por el centro de esta hermosa ciudad, para hacer un poco de tiempo para ir a cenar. Fuimos a ver de noche la enorme catedral y nos quedamos a cenar por la zona en un restaurante que se llama «Au Muesterstuewel» donde probamos la famosa tarta flambé y los vinos de la Alsacia. Cenamos por un poco menos de 35€ los dos. Un lugar muy recomendable.
Catedral de Estrasburgo
Una de las calles más bonitas de Estrasburgo
Tercer Día
Riquewihr
Empezamos nuestro tercer día en la Alsacia, en este bonito pueblo amurallado, uno de los más bonitos de la zona. Aparcamos al lado de la muralla, muy cerca de la entrada al pueblo. El precio de la zona azul es de 2€ por hora. Riquewihr es pequeño y en poco más de una hora se puede visitar entero. Nosotros entramos por una entrada lateral de la muralla y empezamos a perdernos por sus calles.
Después de cruzar un par de calles, entramos en la avenida principal, con tiendas y hoteles a ambos lados, casas de colores decoradas de navidad, una maravilla. Empezamos a subir… ¡Sí, subir! Este pueblo es un poco empinado, pero a penas se nota. La mayoría de las tiendas estaban cerradas y las cafeterías eran bastante caras. Así que decidimos seguir subiendo en busca de una de las tiendas más famosas del pueblo.
Ya estábamos casi al final de la avenida, veíamos la torre Dolder, de 25 metros de altura y que hace función de entrada o salida del pueblo; es uno de los lugares más fotografiados de Riquewihr. Justo antes de llegar a la torre, nos encontramos con la tienda que comentábamos antes, Kathe Wohlfahrt, un comercio enorme donde venden adornos de Navidad preciosos. La mayoría de ellos hechos a mano. Vale la pena perder quince minutos dentro de esta preciosidad de tienda.

Al salir del comercio acabamos de pasear por las calles del pueblo y probar un poco de sus productos artesanales, como los macarons, que nos ofrecieron en una tienda o unas galletitas artesanales que estaban muy ricas. Con muy buen sabor de boca, nos fuimos hacia la siguiente parada de la ruta.
Ribeauvillé
A tan solo 4km de distancia encontramos este pueblo, también rodeado de viñedos y de castillos, por eso es conocida como la villa de los tres castillos. Qué son los que se pueden ver desde su centro histórico. Aparcamos justo en la entrada del pueblo, como no funcionaba la máquina de la zona azul… ¡Nos salió gratis! Ahora solo faltaba descubrir las bonitas calles de Ribeauvillé.
Justo en la entrada nos encontramos con la oficina de turismo, así que pedimos información en español y nos dieron un pequeño mapa de la villa con todo lo interesante que se puede visitar. Es un pueblo pequeño y se puede ver rápido. Nosotros empezamos a subir por la calle principal, la grand rue, donde se encuentran todos los monumentos destacados como la torre des bouchers. Nos paramos cerca de la torre a tomar un café y calentar un poco el cuerpo.

Después de reponer fuerzas, seguimos por la grand rue, donde encontramos muchas casas decoradas de navidad, había también una especie de «photocalls» con figuras medievales repartidas por toda la calle. Una turistada, pero que nos pareció bastante gracioso, incluso tenemos que decir que paramos a hacer algunas fotos.

Se nos acabó el pueblo, así que decidimos volver hacía el coche y parar a comprar unos bretzels rellenos. Encontramos el Au Bretzel, justo en la entrada de la villa. Un lugar donde hacen comida para llevar, así que pedimos unos bretzels salados de queso munster, muy típico de la zona; ¡Nos los calentaron y nos parecieron muy buenos!
Bergheim
Seguimos la carretera de viñedos destino al castillo de Haut – Koenigsbourg y nos encontramos a pocos minutos este hermoso pueblo. Decidimos parar aquí a visitar el casco antiguo y su catedral, que habíamos leído que era muy bonita. Así que decidimos hacer una visita rápida.
Paseamos por el centro de la villa y es la típica de la zona de Alsacia, casas con entramado de madera, muy coloridas y bonita decoración. Pero poco más, ya que en apenas veinte minutos dimos la vuelta al pueblo. Nuestra recomendación es que si vais en primavera o verano si que vale la pena dar una vuelta por sus calles porque está todo más bonito, ya que todas las casas y plazas tienen decoración floral, pero en navidad si no hay mercados, creemos que no es necesario parar si vais justos de tiempo.

No estuvimos mucho tiempo más en este pueblo, fuimos hacia el coche y cogimos la carretera de curvas hasta llegar a nuestra siguiente parada, el famoso castillo alsaciano de Haut – Koenigsbourg. Que se encontraba a veinte minutos de donde estábamos.
Haut – Koenigsbourg
Empezamos a subir la carretera de curvas y a lo lejos ya deslumbraba este imponente castillo del siglo XII. Hay aparcamiento gratuito habilitado en toda la zona, aunque dependiendo de la hora que lleguéis puede que os toque subir una cuesta bastante empinada. Hay que probar suerte y subir casi hasta arriba, ya que a veces encuentras alguien que sale y sino siempre se puede dar la vuelta.
Las vistas desde fuera del castillo son espectaculares, se puede ver todo el valle y los viñedos, una imagen realmente bonita, si no encontráis niebla, como nos pasó a nosotros. El castillo por dentro también se puede visitar, la entrada vale 9€ por persona. Nosotros tuvimos que hacer más de 15 minutos de cola, era primera hora de la tarde y había mucha gente, así que recomendamos ir a primera hora si queréis visitar su interior.

Dentro del castillo podemos encontrar salones llenos de armas, habitaciones, estancias reales, patios y un pequeño puente. La visita dura aproximadamente una hora y la verdad es que por el precio que se paga, nosotros creemos que no vale la pena. Las vistas desde el exterior son igual de bonitas o más y se puede hacer alguna ruta por los bosques de alrededor del castillo que son muy bonitos.
Exterior del castillo de Haut- Koenigsbourg
Obernai
La última parada del día fue Obernai, ya que venía de camino a nuestro apartamento en Estrasburgo y habíamos leído que todavía quedaba abierto algún mercadillo de navidad. Nos costó bastante encontrar aparcamiento, pero finalmente en la zona azul lo conseguimos. Solo tuvimos que pagar 1€ porque a partir de las 18:00 de la tarde ya no se paga.
Estaba anocheciendo así que decidimos pasear por el pueblo y visitar los tres mercados que habían distribuidos en las plazas más importantes. Nos encontramos mucho ambiente en este pueblo, el mercado de la plaza central era el más grande y donde se encuentra el ayuntamiento. También, había un carrusel, puestos de comida y bebida. ¡Se estaba muy bien pese al frío! Los otros dos mercados eran más pequeños y no había tanto ambiente, así que nos quedamos un rato en este porque fue el que más nos gustó.

Por fin habíamos podido disfrutar de la navidad en la Alsacia, poder captar este ambiente de fiesta, color y comida tan típico de la zona fue un final excelente. Así que como ya era de noche, decidimos seguir hasta Estrasburgo, para cenar algo y preparar la maleta para salir a la mañana siguiente.
Estrasburgo
Era nuestra última noche en esta bonita ciudad así que fuimos a visitar el árbol de navidad más grande de Europa, que se encuentra en la plaza Kleber. Paseamos un poco por el centro de Estrasburgo, llegamos a los canales y la Petit France, aprovechamos que no había casi gente para disfrutar de la ciudad ¡Nos parecía todo precioso! Nos fuimos a cenar a uno de los restaurantes de moda de la ciudad, una pequeña hamburguesería, donde a parte de hamburguesas hacen muchos platos típicos de la zona, que se llama Big Street, para así despedir bien nuestra ruta por Alsacia.

Disfrutamos mucho de la Alsacia en esta época y creemos que con los mercados de Navidad aún tiene que ser mucho más bonita. ¡Os lo recomendamos!
Si disponéis de más días, podéis conocer otras zonas como el Valle de Mosela o la Selva Negra.
hola podrias informarme donde alquilaron auto, nombre de la empresa gracias
Hola! Nosotros lo cogimos en la zona francesa del aeropuerto de Basilea, no en la zona Suiza que es mucho más caro. Lo alquilamos a través de la web rentalcars.com ellos te muestran cual es la opción más barata, en nuestro caso creo que fue Europcar en ese momento. Eso si, te recomendamos coger siempre la opción de seguro a todo riesgo por lo que pueda pasar. Un saludo.
Hola estoy organizando para ir con los niños a final de año, mi duda es si es seguro conducir por allí y si es fácil llegar a los sitios sin perderme jj
Hola! Nosotros alquilamos un coche allí y nos fue genial. Conducen igual que nosotros, no vas a tener ningún tipo de problema. Y por perderte no te asustes, ahora con Google Maps vas a todas partes. Un saludo
Hola! Que tal el idioma? En cuál os comunicabais ?? Solo hablan francés o también inglés. La verdad francés no tenemos ni idea, y de inglés justito justito
Muchas gracias
Hola Susana, nosotros nos comunicábamos en inglés y un poco de francés porque Fons lo habla un poco. Pero bueno, con un poco de inglés no tendréis ningún problema en comunicaros con la gente, además, ahora con el google translator es todo mucho más fácil. Un saludo.