El Valle de Mosela, en Alemania, es un lugar ideal para hacer una escapada de unos días recorriendo preciosos pueblos rodeados por el río, castillos medievales y su famosa ruta del vino. La mejor forma de llegar desde España es hacerlo en avión a algunos de sus aeropuertos más cercanos, como el de Frankfurt o Colonia e incluso el de Luxemburgo.
Nosotros nos encontrábamos en Estrasburgo porque estábamos en plena ruta por la Alsacia, así que fuimos en coche de alquiler. En apenas 2h y 30 minutos y 6,80€ de un peaje francés, nos plantamos en Trier, también conocida como Treveris la primera parada de nuestra ruta por el Valle de Mosela.

Podéis ver la ruta y preparativos de nuestra visita por Alsacia, el Valle de Mosela y la Selva Negra en este enlace: Ruta Alsacia, Valle Mosela y Selva Negra
También tenemos los posts explicando todos los pueblos y lugares maravillosos que visitamos en nuestra escapada por Alsacia y la Selva Negra.
Primer día
Trier
Escogimos esta ciudad como punto de partida de nuestra ruta por el Valle de Mosela porque Trier es la ciudad más antigua de todo Alemania y tiene mucha historia. Cuando entramos en la ciudad ya nos dimos cuenta de que nos costaría bastante aparcar, así que después de dar unas cuantas vueltas buscando aparcamiento, decidimos meterlo en el parking de un hotel justo delante del monumento más emblemático de Treveris, la Porta Nigra. El precio por algo más de dos horas fue de 3,60€.
Trier es muy grande y tiene muchos monumentos emblemáticos así que rápidamente nos pusimos manos a la obra. Si tenéis tiempo podéis dedicarle un día para verla tranquilamente. Nosotros decidimos estar medio día ya que la mayoría de lugares para visitar estaban muy cerca y teníamos muchos pueblos que ver.
La Porta Nigra, Patrimonio de la humanidad
Al salir del parking nos encontramos de frente con la Porta Nigra, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Se puede subir arriba de la porta y visitarla por dentro. Nosotros no subimos porque por lo que vimos no se aprecian mucho las vistas a la ciudad y además el precio es bastante caro. La entrada cuesta 15€ por persona.

Seguimos andando dirección al centro y encontramos la plaza del mercado llena de tiendas y puestos de comida para llevar, rodeada de edificios coloridos, es una zona con mucho ambiente. Desde la plaza se puede ver la majestuosa Catedral de Treveris, que se encuentra en la calle de al lado, una parada obligatoria si visitáis la ciudad. Al lado de la Catedral se encuentra la Basílica de Constantino, también declarada patrimonio de la humanidad.

Se nos hacía tarde así que volvimos a la plaza del comercio y decidimos comer allí un par de salchichas típicas alemanas, en uno de los muchos puestos donde las venden, con patatas fritas y bebidas por apenas 10€ los dos. Paseamos un poco por el centro de la ciudad y sus hermosas calles peatonales y ya nos dirigimos hacía el parking. Si tenéis más tiempo recomendamos visitar el anfiteatro, hemos leído que es precioso pero no pudimos ir por falta de tiempo.
Bernkastel – Kues
Llegamos a nuestra segunda parada del día, esta pequeña ciudad es un poco peculiar ya que se encuentra dividida en dos por el puente que cruza el río Mosela y que une la parte más residencial (Kues) con la parte más tradicional e histórica (Bernkastel). Disponéis de un parking justo en la entrada del pueblo, a orillas del propio río.
Al lado del parking, podremos encontrar el muelle desde donde zarpan a lo largo del día numerosos cruceros que van a lo largo del Valle de Mosela parando en los pueblos más turísticos. Un trayecto espectacular y relajante donde disfrutar de las vistas, pero que nosotros no pudimos disfrutar ya que en diciembre y enero es temporada baja y no hay mucho ambiente.

Salimos del aparcamiento y como teníamos mucho frío fuimos a tomar un chocolate caliente para entrar en calor. Cuando ya estábamos preparados, nos dirigimos a la plaza del ayuntamiento donde en Navidad decoran toda la fachada del ayuntamiento simulando un calendario de adviento. Es un pueblo precioso, muy parecido a los de la Alsacia, con casas de maderas coloridas y muy decoradas con luces y material navideño.


Después de pasear un poco por el pueblo y perdernos por sus hermosas calles, empezó a anochecer así que decidimos no visitar el castillo e ir directamente a la siguiente parada del día. Como se nos hizo tarde, fuimos directamente al apartamento que se encontraba en Briedel, saltándonos así dos pueblos que teníamos apuntados pero que por falta de tiempo y que anochece muy pronto, no pudimos visitar Traben-Trabach y Zell. Si vosotros hacéis la ruta con más tiempo, estas paradas son una buena opción.
Briedel
Este pequeño pueblo a orillas del río fue nuestra base durante las dos noches que dormimos en el Valle de Mosela. Encontramos un apartamento con una habitación doble, cocina totalmente equipada y baño a través de Booking que nos costó 120€ las dos noches.
Escogimos este lugar porque se encontraba bastante centrado de todas las ciudades y lugares que queríamos visitar. También por el precio, ya que era muy económico. Fue todo un acierto porque la habitación y el baño estaban muy limpios y eran muy grandes. El anfitrión muy amable estuvo muy atento con nosotros indicándonos lugares que visitar cerca.

El pueblo en sí es muy pequeño, en apenas 15 minutos lo puedes recorrer entero y en la época que fuimos nosotros estaba todo cerrado, era entre semana y a las 18:30 no encontramos nada abierto, ni un hotel, ni un restaurante para cenar o tomar algo. Así que volvimos al apartamento porque teníamos unos sándwiches así que nos hicimos unas tostadas con embutido y compramos dos cervezas allí mismo. Cenamos y nos fuimos a descansar.
Segundo día
Burg Eltz
Uno de los objetivos de nuestro viaje por el Valle de Mosela era sin duda conocer el Castillo de Eltz, este impresionante castillo que tanto nos había enamorado por foto y que por fin estábamos a punto de conocer en directo. Del apartamento hasta el aparcamiento del castillo había poco menos de una hora por una carretera de curvas.
En invierno Burg Eltz está cerrado y no se puede visitar por dentro, pero de abril a noviembre si se puede entrar. Aquí tenéis su web para más información sobre el castillo, horarios, entradas, etc. Para los que no os guste caminar mucho, en está época del año donde el castillo está abierto, hay servicio de bus lanzadera que te lleva del parking a los pies de la fortaleza.

Burg Eltz se erige sobre una colina rodeada por frondosos bosques. Desde el parking andando hasta el castillo hay 1,5km de precioso paseo por un camino que te acerca a la fortaleza. También se puede hacer una ruta circular, es una buena forma de ver el castillo desde diferentes puntos. El recorrido es bonito y poco a poco vas viendo como te acercas al castillo rodeado de árboles y bosque. Una estampa preciosa.
Un castillo de cuento
Nosotros fuimos a primera hora de la mañana para no encontrar gente y poder hacer fotos tranquilamente. Gente no encontramos, pero si mucha niebla, aunque poco a poco se fue despejando a medida que avanzaba el día. Un poco más arriba de la entrada, vimos un mirador donde hay una ermita pequeña donde se puede ver el castillo de lejos. Si seguimos avanzando hacia el castillo, hay también una curva donde se puede tomar una foto preciosa con la fortaleza de fondo.

Estuvimos casi toda la mañana en el castillo sacando fotografías, la niebla le daba un toque inquietante que nos hacía permanecer allí delante sin dejar de apretar el botón de disparo de nuestra cámara. Sin duda, Burg Eltz es uno de los mejores sitios donde hemos estado y uno de nuestros motivos para visitar el Valle de Mosela.
Burg Eltz
Cochem
Después de disfrutar del Castillo de Eltz, nos dirigimos a la siguiente parada del día, Cochem, uno de los pueblos más famosos del Valle de Mosela y que también se encuentra a orillas del río. Muy conocido por su hermoso castillo desde donde hay unas vistas preciosas a la ciudad.
Encontramos aparcamiento en la zona azul justo en la entrada del casco antiguo de la ciudad, pagamos 2 euros para 2 horas. Estábamos hambrientos así que decidimos comer algo rápido en un café restaurante con vistas al río que se encontraba justo delante. Por 19,50€ comimos los dos y recuperamos fuerzas para subir hasta el castillo.


Las callejuelas de este pueblo son preciosas, con sus casas todas de madera, encontramos la plaza principal y seguía decorada de navidad. Empezamos a subir hasta el castillo para poder ver las vistas de la ciudad con los viñedos de fondo. Después cruzamos el río y contemplamos Cochem desde el otro lado con el castillo a lo alto, una estampa preciosa, que convierten este pueblo en una de las etapas más interesantes del Valle de Mosela.
Otra cosa interesante que se puede hacer es pasear en barco por el río. Nosotros no pudimos porque en invierno no salen, pero en otras estaciones puede ser una bonita excursión.
Leila con Cochem de fondo
Geierlay
Este lugar también lo teníamos apuntado en negrita; Este pequeño pueblo es muy famoso por tener un largo puente colgante con unas hermosas vistas. Para llegar a Geierlay tenemos que hacer una larga carretera de curvas, muy típica en la zona, ya que la mayoría de pueblos se encuentran entre montañas.
Hay muchas zonas habilitadas para aparcar en el pueblo, es una atracción bastante conocida del Valle de Mosela. Una vez aparcados se tiene que andar unos 20 minutos aproximadamente por un camino de tierra hasta llegar a la entrada del puente colgante. Nos quedamos fascinados por la largada del puente, ya que era mayor de lo que esperábamos.

Empezamos a cruzar el puente y a hacer muchas fotos porque es precioso ver el puente con el bosque de fondo, un lugar precioso para intentar sacar buenas fotos si la gente lo permite. Nosotros fuimos a las 15:00 de la tarde de un día entre semana en temporada baja y había gente, así que recomendamos ir pronto o tener mucha paciencia para poder sacar alguna foto sin que salga nadie.

Como recomendación, queremos decir que es un puente colgante con bastante altura y se mueve bastante ya que se encuentra en una zona con mucho viento, pero es totalmente seguro, se cruza bastante bien y esta rodeado de bosque. Así que si tenéis mucho vértigo y no estáis seguros no lo crucéis, pero si podréis hacer un buen trozo sin miedo ya que el suelo esta cerca y al menos lo podéis visitar.
Briedel
Para finalizar el día y de camino al apartamento paramos en un pequeño pueblo que se encontraba muy cerca, Beilstein, también a orillas del río. Cuando llegamos ya había oscurecido así que poco pudimos visitar porque estaba todo cerrado.
Como nos imaginamos que en Briedel nos pasaría lo mismo, decidimos parar en Zell a comprar algo para cenar en un supermercado Lidl y aprovechamos que vimos un bar abierto para parar a tomar unas cervezas antes de cenar. Así que llegamos al apartamento y nos hicimos unas pizzas mientras tomábamos otras birras hablando de lo productivo que había sido el día.
Tercer Día
Bremm
Nuestro último día en el Valle de Mosela tenía una única parada antes de llegar a nuestro siguiente destino del viaje, la Selva Negra. La ciudad de Bremm, donde se puede ver como el río hace una curva de casi 360º dejando una imagen realmente bonita.

Encontramos carteles para ir al mirador pero no quedaba muy claro como llegar en coche. Además, la oficina de turismo estaba cerrada y decidimos probar suerte en una carretera de curvas, pero al final nos dimos cuenta que nos llevaba a otro pueblo y con la niebla que había no se veía nada.
Al final aparcamos al lado de la iglesia y encontramos un camino hacia unos viñedos con una inclinación increíble. Descubrimos unas escaleras y decidimos subir para ver donde llegamos! Empezamos a seguir un camino rodeado de campos donde hay que andar con cuidado porque es muy estrecho y tiene mucha pendiente.
Seguimos el camino y empezamos a ver las vistas del río Mosela, a pesar de la niebla podemos ver los 360°. Decidimos seguir subiendo hasta encontrar un banco de madera, y nos quedamos allí, ya que las vistas eran preciosas y estábamos totalmente solos, rodeados de viñedos y el río, un lugar de postal!

En verano el paisaje debe ser más espectacular con los campos verdes y el cielo más despejado! Aunque para nosotros ya era una maravilla. Como estaba el cielo bastante tapado no subimos más por el camino porque la niebla nos hubiera tapado las vistas. Así que si queréis seguir subiendo seguro que las visitas serán aun más bonitas! Después de disfrutar del paisaje, despedimos el Valle de Mosela para empezar nuestra ruta por la Selva Negra.
Es todo precioso ? Aun tenemos que esperar hasta Septiembre pero nos lo apuntamos todo chicos!!! Y lo volveremos a leer jejej sobretodo como llegar a Bremm ?
Que bien chicos, es un lugar de lo más bonito! Y septiembre es una buena época para ir! Seguro que os encantará! Cualquier cosa que necesitéis nos escribís! 🙂