Uno de los lugares más emblemáticos de Cataluña es sin duda la montaña de Montserrat. Un sitio con una magia especial y que no deja indiferente a nadie. En medio de este increíble macizo rocoso podemos realizar varias rutas de senderismo interesantes. Entre ellas destaca la excursión a la Roca Foradada de Montserrat, un gran agujero con unas vistas que te dejan sin aliento.
Otras rutas que os recomendamos hacer si os gustan las excursiones en contacto con la naturaleza son: la La Roca Foradada y la cueva de Bruguers, el El Columpio con vistas a Montserrat o el Pont de les Arnaules.
Cómo llegar a la Roca Foradada de Montserrat
Hay un aparcamiento habilitado para dejar el coche y empezar la ruta a pie hasta la Roca Foradada de Montserrat. El lugar se llama Can Maçana y se puede llegar fácilmente con el GPS del móvil. El área de ocio de Can Maçana tiene una capacidad para unos 100 vehículos, pero tener en cuenta que los fines de semana, puentes y festivos, el aparcamiento es de pago, cuesta 4€.
Inicio de la ruta
Para iniciar la ruta a la Roca foradada de Montserrat, cogemos la pista ubicada junto al área de pícnic que sube hacia Montserrat. Encontraremos una barrera bajada con una flecha pintada. La tenemos que pasar y a pocos metros nos encontramos un primer cruce de caminos, aquí deberemos ir a la izquierda, donde pone «Refugi Vicenç Barbé» y Monestir de Montserrat.
Esta ruta arranca con una fuerte pendiente, pero transcurre por una pista bastante ancha, deberemos seguir así durante unos 5-10 minutos aproximadamente. Llegaremos a un mirador muy bonito desde el cual, se puede llegar a ver el Puigmal o el Pedraforca, si el día está despejado.
Retomamos la marcha por el mismo sendero durante unos 10 o 15 minutos más. Este tramo no tiene perdida y ya no sube tanto, así que se hace muy bien. Llegaremos a una bifurcación y para ir a la Roca Foradada de Montserrat deberíamos seguir recto, pero nosotros nos desviamos a la derecha siguiendo las indicaciones para Sant Pau Vell.
Ruinas de Sant Pau Vell
Este desvío no os llevará mucho tiempo, solo se tarda 5 minutos en llegar, aunque es casi todo el tramo subida. Una vez llegamos a las ruinas de Sant Pau Vell (una antigua iglesia románica) vemos los restos de una iglesia del siglo XIV y a su alrededor se adivinan los muros de un castillo mucho más antiguo. Un lugar con mucha historia.
A parte de las ruinas de Sant Pau Vell, este sitio nos sorprendió por las excelentes vistas que tiene de las «agulles» de Montserrat. ¡El paisaje es alucinante! Merece mucho la pena pararse a disfrutar un rato de esta perspectiva y fijarse en el objetivo de la ruta, la Roca Foradada de Montserrat. Se ve a lo lejos desde este punto. Así que deshacemos el camino y regresamos al desvío donde hemos girado antes.
Subida a la Roca Foradada de Montserrat
Una vez volvemos a estar en el camino, avanzamos por la pista y nos vamos adentrando en una zona un poco más boscosa. No tenemos que coger ningún desvió más, solo tenemos que ir avanzando unos 20 minutos por un tramo bastante fácil. Encontraremos una «fita» con piedras a mano derecha y una pintura blanca y roja en un árbol. Aquí tendremos que girar.
En este pequeño sendero podemos decir que empieza el momento «complicado» de subir a la Roca Foradada de Montserrat. Este tramo está lleno de rocas y puede suponer cierta dificultad para niños pequeños, así que no la recomendamos para menores de 10 años.
Vamos subiendo haciendo zig-zag siguiendo el camino marcado. En algún tramo seguramente nos tendremos que ayudar de las manos para trepar un poco. Si se va despacio y con un calzado adecuado no presenta ninguna dificultad, -es peor la bajada- ya que resbala más. La duración de este tramo hasta la Roca Foradada de Montserrat es de unos 15 minutos con calma.
La Roca Foradada de Montserrat
Por fin llegamos a la roca, una vez dentro te ves muy pequeño, es una sensación sorprendente. ¡Pareces una hormiga pequeñita frente a unas vistas de escándalo! Es increíble que el viento y el agua hayan agujereado la Roca Foradada de Montserrat de esta manera. El agujero tiene forma triangular de unos 10 metros de alto por 6 de ancho.
Nosotros estábamos totalmente solos, así que aprovechamos para disfrutar del momento. Nos sentamos en una piedra y con estas preciosas vistas aprovechamos para desayunar. ¡Uno de los mejores desayunos que hemos hecho! El entorno que hay, lo hace realmente especial y único. También, aprovechamos para sacar muchas fotos porque el lugar visualmente es realmente alucinante. ¡Ya nos diréis cuando vayáis!
Para regresar al coche simplemente hay que deshacer el mismo camino. El primer tramo con las piedras es un poco complicado porque resbala pero con precaución es asequible. Una vez lleguemos al sendero principal son 30-40 minutos aproximadamente hasta el aparcamiento. Y aquí acaba nuestra excursión a la Roca Foradada de Montserrat, un lugar muy recomendable.
Como es una ruta relativamente corta, unos 7 km, podéis aprovechar para visitar también el Monestir de Montserrat. Se encuentra a veinte minutos en coche de Can Maçana (donde hemos aparcado) y es una visita muy interesante, así que nosotros no nos lo pensamos y fuimos.
El Monasterio de Montserrat
Para llegar al Monasterio de Montserrat hay varias opciones. La primera y la más sencilla es dejar el coche en el aparcamiento habilitado. El problema es que según el día que vayas y la hora puede que este aparcamiento ya este lleno. El precio es de 6,50 euros si te pasas de los 30 minutos de visita (lo más probable). También existe la posibilidad de dejarlo en Monistrol de Montserrat en el parking del Cremallera y subir con este transporte.
Nosotros lo dejamos en el aparcamiento del Monasterio porque era más cómodo y no había casi gente. Paseamos un poco por la zona contemplando el hermoso paisaje, donde se respira un ambiente tranquilo, es un lugar que transmite mucha paz. Después de visitar la plaza de Santa María, llegamos a la puerta de la Basílica de Montserrat, donde se encuentra la famosa Moreneta.
Entramos para ver la Moreneta porque es el símbolo de Cataluña. Se trata de una figura tallada en madera de la Virgen María con el niño Jesús, con la particularidad de que su piel es completamente negra. Los visitantes suelen hacer cola para poder pedirle milagros a la estatua. Después de visitar un poco la zona, fuimos a tomar algo y descansar un poco en uno de los bares que hay.
Por cierto, os recomendamos que miréis de hacer coincidir vuestra visita el día que actúe el coro de la Escolanía de Montserrat, está considerada la escuela de canto más antigua de Europa y os va a fascinar.
El mirador de la Creu de Sant Miquel
Después de recuperar un poco de fuerzas, decidimos acabar la ruta de la Roca Foradada de Montserrat y el monasterio con la visita a la Creu de Sant Miquel. Es una ruta muy sencilla que apenas nos llevará 25 minutos andando y nos regalará unas vistas únicas de la montaña mágica y el monasterio a sus pies. En este camino hasta la cruz, nos vamos encontrando esculturas bastante interesantes.
Se trata de un camino asfaltado en casi su totalidad y de muy fácil acceso. Unos metros antes de llegar a la Creu de Sant Miquel, a mano izquierda hay un pequeño descampado que es ideal para contemplar las vistas. Finalmente, seguimos hasta la cruz para acabar de contemplar el extraordinario y característico paisaje de la montaña de Montserrat. La más significativa de Cataluña. Por último, deshicimos el camino y regresamos hasta el coche.
En definitiva, conocer la Roca Foradada de Montserrat y el Monasterio ha sido una experiencia magnífica ya que es una montaña única y un símbolo de Cataluña. Además, hemos visto que existen muchas más excursiones y rutas por la zona, así que volveremos pronto para seguir investigado.
Otro lugar interesante que descubrir es el Santuario de Montferri que está inspirado en el Monasterio de Montserrat y es muy bonito.
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