Os queremos enseñar uno de los rincones que descubrimos en nuestra querida Cataluña poco antes del confinamiento y que nos dejó ¡fascinados! Esta vez nos vamos a la zona de Osona, donde se encuentra un salto de agua espectacular, rodeado de paisajes naturales increíblemente asombrosos, se trata del Salt del Mir.
Si os gusta descubrir nuevos rincones de Cataluña también os puede interesar el mirador del Ter, el Morro de l’Abella, els Bufadors de Beví o el Salt del Molí, que queda muy cerca y se puede visitar el mismo día.
Cómo llegar al Salt del Mir
El Salt del Mir se encuentra en Santa María de Besora, un municipio muy pequeño, rural y cubierto de bosque. Tiene una altitud de 870 metros y está situado en la comarca de Osona, Barcelona. Esta preciosa población se ubica a 30 minutos de Ripoll y a 1:30h de Barcelona.
La mejor opción para llegar a Santa María de Besora es en coche particular, ya que es un municipio muy pequeño y no hay muy buenas conexiones. Otra opción, es llegar en bus desde Ripoll o coger un bus desde Gerona o Barcelona pero hay que ir primero hasta Ripoll, y de allí, coger otro hasta el municipio. Esta última no la recomendamos porque el trayecto es muy largo.
- Aquí podéis ver los horario de buses desde Barcelona.
- Aquí podéis ver los horarios de Ripoll a Santa Maria de Besora.
El Salt del Mir
El Salt del Mir tiene una caída de 35 metros de alto, es un lugar de gran belleza, sobretodo en época de lluvias, ya que lleva mucha cantidad de agua. Además, durante todo el recorrido hasta llegar a la caída de agua, podréis disfrutar de un paisaje boscoso donde se respira mucha calma, un plan increíble ¿verdad?
Está ruta de senderismo es perfecta para pasar un día de desconexión y respirar aire puro. El itinerario para llegar al Salt del Mir es fácil y además, apto para ir tanto en familia, como en pareja o amigos. Así pues es un lugar para todos los públicos.
Ruta del Salt del Mir
Para empezar la ruta del Salt del Mir, tendréis que ir en coche hasta el restaurante la Cabanya del Mir. Es un camino de tierra estrecho, pues hay que ir muy despacio y con cuidado ya que sólo puede pasar un coche y el mismo camino sirve de entrada y salida. Allí hay un aparcamiento habilitado de tierra donde dejaremos el coche y empezaremos nuestro itinerario hasta llegar a la preciosa cascada.
Desde el aparcamiento al Salt del Mir hay unos 30 minutos aproximadamente caminando, aunque puede variar un poco según el ritmo que llevéis. Justo al salir del parking veréis un cartel que os indica el camino a seguir. Todo el camino es de bajada.
Justo donde empieza el camino hay un cercado con caballos a mano izquierda. Allí seguiréis bajando mientras disfrutáis de la tranquilidad del lugar y os adentraréis en pleno bosque.
Encontraréis un cartel, que os indicará para girar hacia la derecha y seguir el recorrido hasta llegar al Salt del Mir. El paisaje es precioso, nosotros encontramos todo el suelo bañado de hojas y rodeado de unos grandes arboles.
A continuación, encontraréis un puente de madera que tendréis que cruzar con una pequeña cascada. Al pasarlo, encontraréis una bifurcación. Vosotros seguiréis el sendero por el camino de la derecha y a pocos metros encontraréis una señal para seguir bajando.
Empezaréis a escuchar a lo lejos, el sonido del agua del Salt del Mir. Seguidamente, veréis a mano derecha una pequeña cabaña en ruinas. Una vez paséis esta cabaña, tendréis que girar a la derecha.
A pocos metros, el camino se divide, vosotros tendréis que seguir el de la izquierda. Cuando fuimos nosotros el sendero de la derecha tenía un árbol en el suelo, con lo cual cortaba el camino, así que si aún sigue allí, veréis que no podréis pasar.
La temperatura cada vez es más húmeda y los colores de los arboles cada vez son más vivos ¡Es un paisaje precioso! Nos recordó un poco a la Fageda d’en Jordá. ¡Ya queda poco para llegar al Salt del Mir!
Llegada al Mirador
Seguiréis el camino que está señalizado y dice «Mirador». Pasaréis por un edificio más grande (un antiguo molino harinero) y también en ruinas, pero muy bello, ya que está totalmente integrado en la naturaleza del lugar.
El último tramo, es seguir bajando hasta encontrar el último cartel que pone «El Salt». A pocos metros encontraréis unas escaleras de madera y veréis un pequeño mirador para contemplar la cascada.
Si seguís bajando las escaleras hasta el final y el nivel del agua os lo permite, podréis llegar hasta los pies de la cascada, justo debajo del Salt del Mir. !Una experiencia alucinante!
Para volver tendréis que hacer el mismo camino. Es todo subida así que tardaréis un poco más que en la ida.
¿Dónde comer?
Después de hacer este recorrido, disfrutar de la naturaleza y del maravilloso Salt del Mir, decidimos comer en el mismo restaurante donde dejamos el coche, el restaurante «La Cabanya del Mir«. Es una masía preciosa, con muy buenas vistas a la montaña. Hacen un delicioso menú de comida tradicional catalana a muy buen precio. Nos encantó el lugar, la atención y la comida.
Nosotros fuimos sin reserva y nos tuvimos que esperar 10 minutos sólo. Nos llamó la atención que no hay carta, la camarera te canta los platos y te da recomendaciones, la verdad es que esto hoy en día es un poco sorprendente. Al no haber carta, tampoco aparecen los precios, pero no lo encontramos muy caro. Se puede pagar con tarjeta, al menos cuando fuimos nosotros y la atención fue muy buena.
Leave a reply