Los Bufadors de Beví, un lugar mágico

En la comarca barcelonesa de Osona, perdido entre la sierra dels Bufadors, encontramos este lugar mágico que parece sacado de un cuento. Los Bufadors de Beví son unas cavidades que hay en las rocas donde, los días con viento, se cuela el aire por sus agujeros y se oye como silva. Un lugar en medio de la naturaleza con un paisaje que os sorprenderá. Las rocas, la vegetación y la tranquilidad de este sitio, se unen para regalar a los visitantes una ruta inolvidable.


Los bufadors de BevíSi estáis por esta zona, quizás os interesen estas excursiones cercanas para acabar de completar una buena jornada. El Salt del MolíEl mirador del TerEl Salt del Mir.

¿Cómo llegar a los Bufadors de Beví?

Para llegar a los Bufadors de Beví, deberemos ir hasta la pequeña población de Santa Maria de Besora. Una vez allí deberemos avanzar por la carretera principal hasta casi el final de pueblo y veremos un desvío a la izquierda que pone: Ripoll per Llaés. Tenemos que seguir por esta carretera algo más de 3km, hasta ver un cartel a mano izquierda que indica Mas Veí y Sant Moí. Allí hay un pequeño descampado donde dejar algunos coches y poder empezar la ruta.

Dificultad de la ruta

Es una ruta circular de 5,5km. El tramo hasta llegar a los Bufadors de Beví es muy sencillo, salvo un tramo que tenemos que subir un poco, aunque la mayoría transcurre por una pista de arena muy amplia. La cosa se complica más a la vuelta. Nosotros, después de visitar los bufadors, seguimos hasta el mirador de la sierra y volvimos por la otra cara de la montaña. La bajada por aquí es bastante complicada si vais con niños, aunque siempre podéis volver por el mismo camino.

Los bufadors de BevíInicio de la ruta a los Bufadors de Beví

Empezaremos bajando por el camino de tierra al lado donde hemos dejado el coche. La pista es muy amplia y transcurre entre bonitos campos, las vistas son una pasada. En poco menos de diez minutos, nos encontraremos con una puerta metálica, la abrimos, pasamos, y la volvemos a cerrar. Es importante que volvamos a cerrar para que los animales que hay pastando no se escapen.


Seguimos la ruta hacía los Bufadors de Beví por el camino de tierra, debemos continuar por esta pista unos quince minutos. Este tramo es muy ameno ya que a nuestra izquierda, en los verdes campos, nos podemos encontrar vacas u ovejas. Llegaremos a un cruce, aquí veremos un poste con una señal que indica el camino a seguir, en este caso, deberemos girar un poco para la derecha.

Los bufadors de BevíVamos avanzando contemplando el paisaje. La sierra dels Bufadors nos queda siempre a mano derecha. Este tramo del camino es muy parecido al anterior, pista amplia y camino sin ningún tipo de dificultad. Al cabo de unos veinte minutos aproximadamente, nos encontramos con otro cruce. Aquí debemos girar a la derecha, tal y como indica el cartel. ¡Pero cuidado que hay una valla electrificada que deberemos abrir por el mango negro, y volver a cerrar!

Entrando en la sierra dels Bufadors

Una vez hemos cogido este desvío, seguimos avanzando y a los cinco minutos, debemos volver a coger el camino de la derecha. Es la última señalización que encontraremos sobre los Bufadors de Beví. Una vez nos adentramos en este sendero, el paisaje cambia radicalmente. Parece que nos hayamos transportado a otro sitio totalmente diferente. Ahora estamos en el interior de un bosque de hayas precioso.


Los bufadors de BevíAtentos ahora en esta parte de la ruta, porque no esta señalizada y es bastante fácil perderse. Desde el anterior cruce a este desvío que tenemos que coger, se tarda aproximadamente cinco minutos. Para identificar donde se tiene que girar, ponemos una foto aquí abajo. A nuestra derecha, veremos un tronco con dos puntitos rojos y también un «hito» de piedras. Si nos fijamos bien, también se ve un poco de sendero, por allí es donde debemos subir.

Los bufadors de BevíComo ya hemos dicho antes, si no estamos atentos es muy fácil perderse. Para identificar mejor si nos hemos pasado el desvío, nosotros avanzamos un poco y encontramos un punto de referencia interesante. Justo unos metros más adelante, hay un tronco atravesado que tenemos que saltar o pasar por debajo. Si llegáis a este punto, indica que os habéis pasado y vais mal. Retroceded un poco y buscar la entrada al camino.

Llegando a los Bufadors de Beví

Cuando empezamos a subir por el bosque después de coger el desvío, el terreno pica un poco, pero no es nada complicado. Son unos metros de subida, pero pronto veremos como el esfuerzo merece la pena.  Después de los cinco minutos de subida, ¡el paisaje nos dejó impresionados! El entorno es precioso, un lugar que parece mágico, como si el tiempo se hubiera detenido. Por fin habíamos llegado a los Bufadors de Beví.

Seguimos avanzando, pasando entre vegetación exuberante, cavidades en las rocas, «los bufadors» y las paredes verticales. Un cóctel que hacen de este sitio un rincón único. Nosotros paseamos un buen rato por la zona, descubriendo «bufadors» y alucinando con todo lo que estábamos viendo. Indagamos cada pequeño paraje de esta zona porque es un lugar realmente impresionante.  Decidimos parar a desayunar  en medio de este lugar tan mágico.


Bufadors de Beví

MOCHITIP: Recomendamos llevar buen calzado porque el terreno es boscoso. Tened cuidado con lo niños, porque en esta zona hay bastantes agujeros y algunos no se ven mucho. Y  como os decimos siempre, respetad la naturaleza y mantenedla limpia, es nuestro tesoro y tenemos que cuidarlo.

Estando allí sentados, en tranquilidad, conectamos con el bosque y escuchamos todo lo que nos rodeaba. El cantar de los pájaros, el crujir de los arboles, incluso el viento. Fue un momento único. Así que si visitáis este lugar, os recomendamos parar un momento. Sentaros rodeados de esta vegetación y disfrutar de este momento de conexión con la naturaleza.

Los Buafors de BevíMirador de la Sierra de Bufadors

Si seguimos andando por el sendero sin desviarnos, pasaremos la zona de los Bufadors de Beví y empezaremos a subir hasta llegar a la cresta de la sierra de Bufadors. El camino no está marcado, pero es bastante fácil, solo debemos seguir en línea recta casi hasta el final. Allí veremos un cruce, un camino empieza a bajar y uno a la izquierda sigue subiendo. Para ir al mirador de la cresta, debemos coger el desvió de la izquierda, el que sube.

Una vez allí podremos contemplar unas vistas increíbles, también es un buen lugar para descansar y comer algo con un paisaje realmente alucinante. Eso si, si vais con niños, mucho cuidado aquí porque es una zona muy alta y el precipicio no tiene ningún tipo de seguridad. Es un tramo algo complicado que nosotros no aconsejamos para los más pequeños.


Regreso al aparcamiento de los Bufadors de Beví

Si vais sin niños, o estos son grandes o ya están muy experimentados en las rutas de montaña, se puede volver por dos zonas. La primera es desde la cresta de la sierra de Bufadors. Allí pasado el mirador, hay un sendero que nos conduce de nuevo al coche. Pero es un tramo de dificultad moderada ya que hay bastante pendiente y zonas donde se pasa bastante cerca del precipicio. Así que ir con cuidado.

Nosotros decidimos volver por el desvío que hemos comentado antes, justo antes de subir al mirador de la sierra de Bufadors. Allí hay un camino que empieza a bajar y que también tiene algunos tramos complicados, sobre todo al inicio. Donde el paso es muy estrecho y se asoma un poco al precipicio. Además, el terreno es un poco resbaladizo, pero nada que no se pueda hacer con tranquilidad y poco a poco.

Cuando conseguimos bajar todo el sendero con calma, en aproximadamente unos diez o quince minutos, salimos campo a través sin un camino marcado pero llegamos justo delante del cartel que nos indicaba el primer desvío en la pista principal. Desde lejos se puede ver el cartel fácilmente. Ahora solo nos queda deshacer este tramo, que son unos veinte minutos aproximadamente y llegaremos al coche.

Regreso al aparcamiento con niños

Para volver,  si vais con niños, la opción que nosotros os recomendamos es la de volver por el mismo camino que a la ida. Es decir, desde los Bufadors de Beví, deshacer todo lo que hemos hecho y volver por la pista hasta el coche. Quizás es un poquitín más larga, pero mucho más segura y también puede que más rápida, porque por las otras opciones, al haber tramos complicados vas más lento.

En definitiva, se trata de una excursión alucinante, que recomendamos a todo el mundo. Un sitio donde poder conectar con la naturaleza y disfrutar de un entorno totalmente mágico. Así que no lo dudéis, visitar los Bufadors de Beví y dejarnos un comentario contándonos vuestra experiencia.


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