Nuestro viaje por Marruecos empezó en la capital, Rabat por la noche, después de un vuelo de poco más de hora y media desde Girona. Nuestro chófer Hamza de la agencia local Capsim Tourisme nos esperaba para llevarnos a nuestro primer alojamiento de Marruecos, el precioso Riad Meftaha y poder descansar para empezar la mañana siguiente nuestra ruta por Marruecos en 11 días conociendo que ver en Meknes y Volubilis.
También podéis contratar una excursión desde Fez para visitar estas dos ciudades y alguna sorpresa más.
Meknes y Volubilis
Madrugamos para tomar el delicioso desayuno del Riad y disfrutar de la preciosa arquitectura marroquí. Con las pilas cargadas dejamos Rabat casi sin conocerla porque será nuestra última ciudad de Marruecos antes de volver a España. Nuestro conductor Hamza nos esperaba para llevarnos a conocer nuestra siguiente parada del viaje, Meknes.
Meknes o Mequinez es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos ya que tiene más de 40 km de impresionantes murallas defensivas, además de muchas mezquitas increíbles, de aquí que le llamen la «Ciudad de los cien alminares». Se encuentra a 60 km de Fez y 138 km de Rabat con lo cual es un lugar idóneo para completar nuestra ruta por este precioso país.
Después de casi 2 horas de trayecto llegamos al centro de la ciudad de Meknes. Cabe destacar que fue la capital de Marruecos durante el siglo XVII de aquí que sea una ciudad llena de lugares preciosos que descubrir. Nuestra primera impresión fue ¡increíble! A pesar del caótico tráfico que había para llegar al extraordinario centro histórico vimos unas enormes murallas que rodeaban toda la ciudad hasta llegar a Bab Mansour uno de los lugares que más ganas teníamos de ver.
Bab El-Mansour
La Bab Mansour es la puerta más grande de Marruecos y del norte de África, mide 16 metros de alto aproximadamente, está decorada con mosaicos, mayoritariamente verdes y tiene un acabado de arco de herradura apuntado. Fue construida en 1732 y a día de hoy está muy bien conservada. Se considera una de las obras más bonitas de Mulay Ismail.
Esta puerta de entrada a la ciudad, es uno de los imperdibles que ver en Meknes es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad por su majestuosidad y belleza arquitectónica. Se encuentra en frente de la plaza principal y con más ambiente de la ciudad, la plaza el- Hedim.
Plaza El-Hedim
A pesar de no ser tan conocida como la plaza de Jamaa el Fna de Marrakech, es una plaza muy grande rodeada de pequeños edificios con arcos, parecidos a la puerta Bab Mansour. Suele ser muy concurrida, sobretodo al atardecer ya que es un lugar ideal para tomar el te o comer debido a la cantidad de restaurantes variados que ofrece esta plaza.
No es de extrañar encontrarte vendedores ambulantes de todo tipo de artículos tradicionales a lo largo de la plaza, desde cerámica artesanal hasta preciosas telas; es importante entrar en el regateo si os interesa comprar algo ya que forma parte de la cultura del país.
Una cosa que nos nos sorprendió de la plaza el-Hedim de Meknes, fue ver animales encadenados y expuestos para fotografiar. Estos vendedores se lucran maltratando a los animales, así que nunca paguéis por ello!
Seguimos adentrándonos en la plaza hasta perdernos por la Medina, llena de callejones estrechos con tiendas y puestos. Nos dimos cuenta que era un lugar menos turístico porque pasábamos más desapercibidos, sin que nadie nos viniera a vender nada, aquí captamos la esencia más auténtica de Meknes.
Volvimos a la plaza El Hedim y decidimos tomar algo en el Pavillon des Idrissides ya que tenia una terraza con vistas a toda la plaza y a la puerta Bab Mansour. Nos gustó mucho este lugar ya que las vistas eran inmejorables y el precio era razonable. Pagamos 15 dirhams (1,38€) por persona que incluía un refresco. Para nosotros fueron la mejores vistas de Meknes.
Restaurante Palais Ismailia
Nuestro chófer nos esperaba para ir a comer, y nos llevó a un precioso restaurante marroquí a 5 minutos en coche de la plaza El- Hedim. Además, muy cerca hay un aparcamiento que por pocos dirhams vigilan el coche mientras disfrutas de una deliciosa comida tradicional.
El restaurante Palais Ismailia tiene una terraza preciosa para disfrutar de un buen almuerzo. Nosotros teníamos muchas ganas de probar la comida marroquí, ya que era nuestra primera vez por este precioso país y la verdad es que no nos defraudó. Los camareros hablaban un poco de español y el servicio fue muy bueno. Pagamos por dos menús completos 220 dirhams (20,25€), nos pareció un poco caro para ser Marruecos pero la comida fue deliciosa.
Mausoleo Moulay Ismail
Muy cerca del restaurante, a menos de 5 minutos andando, se encuentra el Mausoleo del Moulay Ismail. En esta preciosa construcción descansa el que fue Sultán de Meknes conocido como: «El Sangriento» ya que asesinó muchos esclavos e incluso hijos suyos. Se dice que tuvo más de 1.000 hijos con sus 550 esposas y concubinas.
Es de los pocos santuarios religiosos de Marruecos que pueden entrar las personas que no son musulmanas e incluso desde una sala contigua se puede ver el lugar donde descansa Moulay Ismail. La entrada es gratuita y su construcción parece a la de una mezquita. Merece la pena conocer este lugar por su preciosa arquitectura además de conocer la macabra historia de este guerrero de sangre fría.
Bassin Souani
Nuestra última parada de Meknes fue el estanque de Agdal o Bassin Souani en àrabe. Fue construido por el Sultán para regar los jardines del palacio además, Moulay Ismail lo utilizaba para bañarse con sus esposas. Se encuentra un poco alejado del zoco pero es un lugar muy tranquilo para disfrutar de un bonito paseo o relajarse con las vistas al estanque y sus fuentes. También, muy cerca del estanque se encuentran los antiguos establos del Palacio Real de Meknes.
Si disponéis de más tiempo, otra de las cosas que ver en Meknes es el Museo Dar Jamaï. Es un Palacio que data el 1882, nuestro guía nos dijo que tiene unos jardines de estilo árabe preciosos y muy bien cuidados; además de diferentes productos artesanales y tejidos tradicionales. Y la preciosa Madrasa Bou Inania, la obra arquitectónica más antigua de la ciudad.
Volubilis
Después de conocer que ver en Meknes, nos fuimos hacia las ruinas de la ciudad fenicio-romana de Volubilis o Oualili con más de 2.000 años de historia. Se encuentra a 40 minutos aproximadamente en coche, dependiendo del tráfico. En esta antigua ciudad romana, declarada Patromonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, están los restos arqueológicos mejor conservados de Marruecos y por ello merece la pena visitar si tenéis tiempo ya que quedan bastante cerca de Meknes.
Nosotros fuimos por la tarde, había bastante gente porque es un lugar muy turístico. Aunque el chófer nos dijo que era la mejor hora porque por la mañana es cuando vienen las excursiones.
Nosotros escogimos ir por libre y pudimos disfrutar de las diferentes maravillas de estas ruinas. Justo en la entrada hay una pequeña exposición, un pequeño museo con un mapa e imágenes de como era Volubilis hace millones de años que permite imaginarnos como era este precioso lugar. Si continuamos caminando, encontramos las casa y termas romanas; más adelante, en la parte alta, hay el Foro, la Basílica y el Templo de Júpiter.
Al fInal del recorrido está el lugar más representativo de la ciudad romana: el Arco de triumfo o Carcalla, en honor al emperador Carcalla. El arco fue construido con piedra de la zona por Marco Aurelio y mide 8 metros de altura. Es un lugar muy fotografiado, sobretodo al atardecer, ya que el sol cae justo en el arco dejando una estampa mágica de Volubilis.
Camino a Fez
Nuestro primer día en Marruecos no acaba aquí, así que para terminarlo, nuestro Chófer nos lleva hacía nuestra próxima ciudad, Fez situado a unos 70 km de Volubilis aunque se tardan unas 2 horas en coche aproximadamente dependiendo del tráfico para entrar a la ciudad. Aquí, es donde pasaremos la noche para al día siguiente empezar a conocer la preciosa ciudad de Fez.
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