Nos encantan los saltos de agua, los que nos leéis habitualmente ya lo sabéis. En este momento de la pandemia, que sólo nos podemos mover por la comarca, hemos descubierto el Salt de la Nou un lugar muy especial gracias a nuestra amiga Alícia. Se encuentra en Arbúcies, en pleno corazón del Parque Natural del Montseny. Una ruta muy bonita, rodeada de naturaleza y apta para todas las edades.
Si os gustan los saltos de agua, también os pueden interesar alguna de estas rutas, El Salt Gran de Mas Clavé, el Salt del Roure o El Salt del Molí.
¿Cómo llegar a el Salt de la Nou?
Para llegar a Arbúcies se puede hacer de varias maneras, la más fácil quizás es por la C-25 «Eix Transversal». Una vez dentro del municipio, os recomendamos buscar el aparcamiento municipal La Farga, donde hay muchas plazas para dejar el vehículo, es gratuito y además, la ruta sale justo delante. Os dejamos el mapa.
Sí vais con niños muy pequeños y no queréis hacer los 11km de la ruta, podéis aparcar en el Pont del Molí de les Pipes. Está un poco más adelante y os podéis ahorrar 3 o 4 km.
Dificultad de la ruta
Es una ruta bastante sencilla, casi todo es por pista y no hay desnivel, así que es apto para toda la familia. Eso si, el total son 11km, pero se hacen con bastante facilidad. Nosotros lo hicimos en una tarde, tardamos casi 4 horas en llegar al Salt de la Nou. Aunque en movimiento sólo estuvimos 2 horas y media. Os dejamos el enlace de Wikiloc.
Inicio de la ruta al Salt de la Nou
Cómo ya os hemos dicho antes, la ruta la iniciamos justo al lado del parking. Sólo tenemos que cruzar la carretera por el paso de cebra. Allí empieza un camino que va paralelo a la riera de Arbúcies. En el inicio tenemos que ir siguiendo las señales que indican Pont del Molí de les Pipes, con colores blanco y amarillo. Este primer tramo no tiene perdida.
Avanzamos y cruzaremos algún puente y pasaremos al lado de una bonita casa abandonada. Nos encontramos en un bosque lleno de leyendas, así que a disfrutar del paisaje y de su mística. Después, seguimos por este camino unos 5 minutos y luego encontraremos un desvío a la derecha con un poco de subida, es por allí.
Tenemos que subir unas pocas escaleras, seguimos por el camino principal y nos encontraremos con otras escaleras pero esta vez que bajan. Andamos un poco y encontraremos un cruce, debemos girar a la izquierda y seguir las indicaciones para el Pont del Molí de les Pipes. Después no nos desviamos del camino hasta llegar al molí, unos 10 minutos.
Pont del Molí de les Pipes
Este lugar es el que os hemos dicho antes que también podéis dejar el coche e iniciar la ruta desde aquí para llegar al Salt de la Nou. Si ponéis en el GPS restaurant Molí de les Pipes, os llevará a este sitio donde podréis aparcar fácilmente e iniciar la caminata.
También, podéis aprovechar para conocer el puente medieval de estilo románico del Siglo XI que hay justo al lado del restaurante; el nombre del puente es el que marcaban todas las señales amarillas y blancas que hemos ido siguiendo y que además, está incluido en el inventario de Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Siguiendo con la ruta
Después de visitar el puente, debemos volver al camino principal, que está antes del restaurante, justo a mano izquierda. Ahora deberemos seguir las señales amarillas y blancas pero dirección Viladrau. Debemos avanzar por aquí unos 3 minutos y nos encontraremos con un cruce. Lo normal, es seguir las señales y el camino de tierra hacia la izquierda, donde más a delante deberemos coger un desvío a mano derecha que baja. Por este sendero llegaremos al «Casal de Pau».
Cuando lo hicimos nosotros, el camino de tierra estaba cortado a causa de «Filomena», así que giramos hacia la derecha y a los pocos metros encontramos la carretera. Tuvimos que hacer un tramo de subida de unos 5 minutos por allí. Pero tranquilos, es una carretera secundaria, hay espacio y pasan muy pocos coches. Además, seguro que el camino lo arreglan pronto. La entrada al camino se ve fácilmente, hay un cartel que pone «Casal de Pau» y un poco más adelante, una entrada amplia a mano izquierda.
Entramos por aquí y a escasos metros a mano derecha, vemos una señal amarilla y blanca que indica Viladrau y un sendero pequeño que entra hacia el bosque. Tener en cuenta que justo al lado hay un cartel del Casal de Pau que es por donde saldríamos si no hubiéramos pasado por el tramo de pista. Ahora solo toca avanzar unos 15 minutos por este camino estrecho y con mucho encanto ¡Ya lo veréis!

Mitad de camino al Salt de la Nou
A estas alturas ya hemos hecho la mitad de camino al Salt de la Nou. Después de este tramo tranquilo por el sendero, veremos un desvío a la izquierda -señalizado también- que abandona el camino principal. Es el que debemos coger.
Avanzamos un poco y volvemos a salir a una pista muy amplia. Debemos seguir unos 10 minutos, hasta unos metros antes de encontrarnos una casa. Atentos, ¡Aquí hay una sorpresa! El camino que deberíamos coger es el que va a mano izquierda antes de llegar a la casa, pero si estáis atentos, a mano derecha, se puede ver un sendero estrecho y señalizado.
Si cogemos este sendero, bajaremos a la riera por un pequeño camino, cruzaremos un puente de madera muy bonito y si giramos a la derecha y andamos unos pasos, veremos un gran salto de agua.
¡Parece mentira que este allí! Fue una gran sorpresa para nosotros descubrir el Salt del Mas Ollé. Merece la pena visitarlo, te llevará poco más de 5 minutos. Es un salto bastante alto y caía bastante agua. El entorno es precioso, nosotros lo encontramos muy verde y fue un momento único, además, no había nadie y nos pudimos relajar unos minutos.
Volviendo a la ruta
Una vez deshacemos el trayecto y volvemos al camino principal donde estábamos, ahora hay que girar a la izquierda, justo antes de llegar a la casa. Es el último tramo que tenemos que hacer para llegar al Salt de la Nou, pero también el más complicado porque no está señalizado. Son unos 20 minutos, así que leer detenidamente este tramo del post o seguir el track de Wikiloc que hemos colgado al inicio del post.
Andamos por el camino sin desviarnos hasta que parece que estamos llegando a una casa de piedra. El camino sigue hacia abajo pasando al lado de la casa, pero nosotros nos tenemos que desviar a la derecha, justo antes de la casa. Pasaremos por delante del antiguo granero, esta casi en ruinas. No os preocupéis que vamos bien, si avanzamos unos metros más ya nos encontraremos con un camino estrecho que se adentra en el bosque.
Parece que nos vamos adentrando en la selva, primero cruzaremos la riera por un puente de piedra rodeado de árboles, después seguiremos por el sendero, esquivando algunas ramas que han caído debido a los últimos temporales. Tenemos que ir siguiendo todo el caminito de tierra hasta llegar a una bifurcación. Aquí debemos girar a la derecha, veremos una piedra grande justo al inicio del camino que va a la derecha.
Llegando al Salt de la Nou
Una vez hemos cogido este desvío ya no tiene perdida. Sólo nos quedan unos 5 minutos por este camino hasta llegar a el Salt de la Nou. Pronto empezaremos a escuchar el sonido del agua, muy buena señal ya que nos indica que estamos cerca y que la cascada lleva bastante agua. Seguimos andando, saltando algunas ramas y de repente… ¡aparece delante nuestro!
Nos encontramos de cara con el espectacular Salt de la Nou, un lugar un poco escondido y que no mucha gente conoce (no nos cruzamos con nadie en ningún momento). Se está muy tranquilo y hay espacio para descansar, reponer fuerzas y relajarse. La cascada es bastante alta y cae agua con fuerza. También tenemos que decir que fuimos una semana en la que había llovido y se notaba la cantidad de agua. Si tenéis la misma surte, ¡Alucinaréis!
Regreso al aparcamiento
Después de contemplar un rato más el Salt de la Nou, decidimos regresar al coche. Hay que deshacer el último tramo de camino que hemos hecho hasta el desvió que hemos comentado anteriormente. Ahora, en vez de bajar por donde habíamos venido, seguimos recto. Llegaremos a una pista más ancha y aquí deberemos seguir hacia abajo. Pasaremos al lado de unas casas con caballos y seguimos sendero abajo.
Cuando terminen las casas, llegaremos a un cruce, debemos ir hacia la izquierda. Seguimos andando, cruzaremos un puente de madera y si avanzamos un poco más, nos encontraremos justo delante con otro cruce. En este cruce volvemos a enganchar con el camino que hemos hecho a la ida. Por lo tanto, giramos a la derecha y empezamos a seguir las indicaciones amarillas y blancas dirección a Arbúcies.
Ahora ya no tiene perdida, es seguir el camino hasta el Molí de les Pipes (si habéis decidido dejar el coche allí) o hasta el parking de la Farga, en la entrada de la ruta. Así pues, el Salt de la Nou es una excursión preciosa para hacer con la familia, quizás un poco larga, pero descansando y con calma se hace muy amena ¡Así que os la recomendamos sin ninguna duda!
Para terminar la excursión de la mejor manera, nos fuimos a comer al mismo restaurante, lugar donde se puede dejar el coche para hacer la ruta. El restaurante Moli de les Pipes es un lugar con un entorno precioso donde se come buena carne a la brasa. ¡Los platos son muy completos!
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