En nuestro afán de buscar alojamientos que se salgan de lo común, hemos descubierto un increíble oasis de paz y tranquilidad en pleno Pirineo Catalán. Se trata de Angelats Hotel, una antigua casa señorial de la familia Batlló del siglo XVIII, rodeada de naturaleza, que han reconvertido en hotel. Uno de esos lugares donde el tiempo se detiene, donde te puedes sentir como en casa, relajarte y desconectar de todo. Sin duda, dormir allí fue una experiencia única.
Si tenéis pensado alojaros en Angelats Hotel, tenéis cerca rutas muy interesantes como la Ruta dels 7 gorgs, el bonito recorrido por el Torrent de la Masica o os podéis refrescar en Gorg de Malatosca.
¿Donde se encuentra Angelats Hotel?
Este alojamiento se encuentra ubicado en pleno bosque entre las localidades de Campells y Ribes de Freser, en la provincia de Girona. Angelats Hotel está solo a 1 hora y media en coche de Barcelona y a aproximadamente 75 minutos de Girona. Además, está muy cerca de poblaciones muy interesantes como Ripoll, Ribes de Freser o la estación para ir a Vall de Núria. Os dejamos la ubicación aquí.
Historia del Hotel
Os queremos contar un poco sobre la interesante historia de esta casa de verano de la familia Batlló ahora reconvertida en hotel. Todo empezó cuando Domingo Batlló, que tenía problemas de salud, recorrió casi toda Cataluña intentando encontrar el mejor lugar de montaña para instalarse en un sitio que le ayudará a mejorar su estado. Siguiendo su intuición, decidió construir su residencia a escasos metros del río Freser donde había la creencia que sus aguas podían ser curativas.
En 1926, tras su fallecimiento, su hijo Jesus Batlló, terminó de construir la casa, según las directrices que le dejó su padre. Construyó una casa de ocio muy característica del estilo inglés y victoriano. Esto marcará la arquitectura, las costumbres y el carácter de la familia durante muchas generaciones. Los ejemplos más característicos de la casa que ahora es Angelats Hotel, son la doble carpintería para combatir el frío, la calefacción a vapor, la curvatura de techos en las estancias y el arco como forma predominante en puertas y ventanas.
Con la llegada de la guerra civil, se convirtió en refugio y confinamiento de la familia. Es cuando, empieza la segunda renovación de la casa, que incluye un sistema de autosuficiencia energética sostenible, una iglesia, que ahora alberga el restaurante la Santa y túneles de huida que aún están por descubrir. Angelats Hotel cuenta con siglos de historia a sus espaldas y eso lo hace un alojamiento realmente sorprendente.
Habitaciones Angelats Hotel
Angelats Hotel cuenta con tan solo 20 habitaciones, cada una de ellas está decorada de manera única e irrepetible. La mayoría del mobiliario que encontramos en las estancias es original de la época e incluso podemos encontrar algunas iniciales grabadas en los armarios o cómodas con inscripciones que pertenecían a miembros de la familia Batlló. Una decoración elegante, cálida y confortable que deja una pequeña historia que contar en cada habitación.
El interior de todas las habitaciones están hechas con madera noble y materiales locales. Las camas y almohadas son muy cómodas, ideales para relajarse y descansar. Además, es un alojamiento que cree en la desconexión digital, por lo que las habitaciones están libres de WiFi, repetidores y antenas que puedan impedir el buen descanso.
Nosotros nos alojamos en una Junior Suite, una de las habitaciones más espectaculares del alojamiento. Es entrar y empezar a conectar con la habitación y el entorno. Abrimos las ventanas y habían unas vistas increíbles al bosque, se veía todo verde y solo se oían los pájaros cantar. En escasos segundos ya vimos que era un lugar especial. ¡Tenemos que decir qué dormimos estupendamente bien!
Una mención aparte merece el desayuno de Angelats Hotel. Podemos encontrar todo tipo de opciones: desde las más «healthy» con todo tipo de frutas, a una buena tabla de embutidos de la zona o incluso unos pancakes con nutella casera. Nos costó mucho elegir que comer porque todo tenía muy bien pinta.
Entorno del hotel
El alojamiento se encuentra rodeado del bosque de Angelats, un bosque milenario de más de 50 hectáreas. El bosque es de la finca por lo que sin salir del hotel se puede disfrutar de rutas muy interesantes, como el roble milenario o la cascada de Angelats. Lo mejor de todo es que no vais a encontrar a casi nadie, ya que solo pueden acceder los huéspedes del hotel o las personas que van a comer su restaurante.
En nuestra estancia, no dejamos aprovechar la oportunidad e hicimos varios paseos por el bosque de Angelats Hotel. Primero, fuimos a conocer la cascada, una ruta de 40 min ida y vuelta. Fue toda una sorpresa llegar allí, paseamos totalmente solos por el bosque, disfrutando del entorno y los sonidos de los animales… ¡fue una experiencia brutal! Y la cascada con su poza también nos encantó, es una excursión muy recomendable si venís a Angelats Hotel.
A la mañana siguiente, decidimos hacer la segunda ruta que nos recomendaron desde el alojamiento, ir a conocer el Roble milenario. Se tarda unos 30 min ida y vuelta. El sendero para llegar a él también es muy bonito y tranquilo. El Roble es exageradamente grande, da mucha impresión cuando estas justo debajo. En ese momento nos dimos cuentas de las maravillas naturales que tenemos cerca de casa y que realmente no lo valoramos. ¡Tenéis que ir a verlo, porque es alucinante!
En verano, hay una piscina exterior que es ideal para combatir el calor y refrescarse un poco. Nosotros fuimos justo unos días antes de que la abrieran por lo que no la pudimos disfrutar pero por la noche pudimos contemplar las estrellas en Angelats Hotels, ¡fue tan mágico! Como se encuentra en los Pirineos, no hay contaminación lumínica y el cielo se ve espectacular, te deja sin palabras.
La Santa Restaurant
Una de las cosas que más nos sorprendieron y nos gustaron de Angelats Hotel, fue su restaurante. Se trata de una iglesia que construyeron en la finca por el año 1936. Esta no llegó a ser consagrada porque estalló la Guerra Civil, por lo que ahora, han aprovechado este espacio para crear un restaurante original, de calidad y con productos de KM0 de temporada. Un auténtico lujo para el paladar.
Nosotros decidimos compartir varios platos de la carta. Una tabla de quesos, croquetas, un delicioso steak tartar o un bacalao, además de un exquisito postre. De verdad que todo estaba muy bueno. Justo en la entrada del restaurante, podemos encontrar La Santa Bar, un espacio multifuncional con terraza, ideal para tomar algo antes o después de comer.
En definitiva, Angelats Hotels es sencillamente, uno de esos alojamientos ideales para tomar un respiro, desconectar del estrés y conectar con uno mismo rodeado de naturaleza. ¿A qué esperas para disfrutar de este lugar?
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