Una de las rutas más espectaculares que se pueden hacer por el norte de Francia, es Normandía y la Bretaña. Un espectáculo para todos los sentidos, donde podremos encontrar acantilados increíbles, abadías, pueblos medievales amurallados, castillos, casas antiguas de madera, iglesias etc. Nosotros visitamos todo lo que teníamos marcado en 4 días, pero recomendamos, si se dispone, de hacerlo en un día más para no ir tan justo con el tiempo.
También depende de la época en que vayáis, nosotros fuimos a principios de diciembre, cuando los días eran muy cortos y a las 17:30 ya se hacía de noche. Si vais en otra época y los días son más largos, no tendréis problemas en hacer la ruta en 4 días. Bueno sin entretenernos más, vamos a explicar nuestra fantástica ruta.
Si estáis pensando en visitar Francia, otra escapada espectacular para hacer es una Ruta por Midi-Pyrénées en 4 días o descubrir la Alsacia en 3 días.
Día 1: Barcelona – Caen
Nuestro primer día de ruta por Normandía y la Bretaña empieza sobre las 11:00 de la mañana que nos preparamos para salir hacía el aeropuerto de Barcelona. Aquí cogeremos un vuelo hacia Rennes, un aeropuerto pequeñito al noroeste de Francia. Decidimos coger el vuelo a Rennes porque encontramos una muy buena oferta con vueling. El vuelo salía a las 14:00 y llegamos al aeropuerto de Barcelona a las 12:30, así que como íbamos muy bien de tiempo, aprovechamos para comer unos bocadillos que compramos por el camino.
Llegamos al aeropuerto de Rennes poco antes de las 16:00 y allí teníamos alquilado un coche previamente por Internet con un seguro a todo riesgo para no llevarnos ningún susto durante el viaje. Reservamos con AutoEurope, aquí os dejamos el enlace. Una vez finalizado los trámites, nos subimos al coche y pusimos dirección a nuestra primera parada, Caen, una de las ciudades más importantes de Normandía.
Caen
Llegamos al alojamiento que teníamos en Caen a las 18:00, el Hotel Ace Hôtel Caen Nord Mémorial. Estaba un poco alejado de la ciudad, pero a buen precio y con buenos comentarios, así que para una noche nos parecío muy buena opción. Hicimos el chek-in y nos fuimos al centro. Lo bueno de ir en esta época del año es que no hay mucho turismo, así que encontramos parking fácilmente.
Nuestra primera visita fue el castillo de Caen, una fortificación medieval situada en una colina en pleno centro de la ciudad. Además también tiene un amplio jardín para pasear. Después de visitar el castillo, encontramos justo en frente, la bonita iglesia de Saint Pierre, verla de noche e iluminada desde el castillo, no tiene precio. No pudimos entrar porque ya estaba cerrada, pero por lo que leímos merece la pena.
Seguimos nuestra visita por esta ciudad de Normandía y nos dirigimos a visitar las dos grandes abadías de la ciudad. La abadía de los hombres y la abadía de las damas. Primero llegamos a la abadía de las damas y la contigua iglesia de la Trinidad, tampoco las pudimos visitar porque estaban cerradas.
Paramos a hacer algunas fotos y seguimos andando hacia la abadía de los hombres. Esta es mucho más grande que la anterior, estaba decorada con luces de navidad que la hacían más bonita todavía. Al lado de la abadía había instalada una gran noria, que dotaba al paisaje de un bonito aspecto navideño.
Seguimos paseando y llegamos a una plaza céntrica donde había un mercadillo navideño con mucho ambiente y paradas con diferentes productos locales y de toda la región. Para finalizar el día, entramos a cenar en una típica crepería bretona, donde comimos muy bien y a un precio bastante económico.
Día 2: Étretat – Honfleur – Playas del desembarco de Normandía
El despertador suena muy temprano, ya que tenemos mucho que visitar y pocas horas de sol, así que decidimos levantarnos muy pronto para aprovecharlas al máximo. Salimos del hotel a las 07:00 de la mañana con una temperatura de -3 grados. Hacía mucho frío, pero no nos quitaba la ilusión y las ganas de seguir conociendo esta maravillosa región. Nuestra primera parada del día fue visitar los espectaculares acantilados de Étretat, Están un poco lejos, a una hora y media en coche aproximadamente.
El primer tramo del viaje se hace bastante rápido ya que las carreteras son muy buenas, pasamos por el espectacular puente de Normandía, que mide más de 2 km de longitud, el cual nos ayuda a cruzar el río Sena. Es un poco caro, vale unos 5€, pero merece la pena, ya que te ahorras muchos kilómetros, tiempo y además gozas de vistas maravillosas.
Acantilados de Étretat
Cruzamos el puente y seguimos por carreteras secundarias que cruzan por los típicos pueblos de la zona. Llegamos a Étretat a las 08:30 de la mañana y aparcamos en pleno centro del pueblo. Aprovechamos para desayunar en una cafetería, ya que todavía era pronto y así entrábamos un poco en calor. Con un café caliente en el cuerpo todo se ve mejor, además hacía sol así que nos dirigimos hacia el centro y al llegar al paseo nos quedamos asombrados de la belleza del paisaje que estábamos viendo.
Caminamos hacia los acantilados, es un camino corto pero con mucha pendiente. Vale la pena subir, se ve todo el pueblo desde arriba y las vistas son realmente increíbles. Paseamos por el camino haciendo fotos, nos hubiera gustado estar más tiempo pero no disponíamos de mucho así que decidimos dar la vuelta e ir hacia la otra parte de la playa.
Allí se eleva la capilla de Notre-Dame de la Guarda, una iglesia situada casi al filo del acantilado con unas vistas brutales a la ciudad. Se puede subir por unas escaleras que hay al lado de la playa o también en coche, ya que hay aparcamiento en la capilla. Paseamos por los acantilados un rato, pero el tiempo apremia así que hicimos unas fotos y nos fuimos hasta la siguiente parada.
Honfleur
Volvemos al coche y nos dirigimos hacia Honfleur, un pequeño pueblo marítimo situado a 45 minutos de Étretat. Aparcamos en el centro ya que al ser temporada baja y medio día, no hace falta pagar la zona azul, cosa que nos va perfecto para no dar tantas vueltas para encontrar Parking.
Paseando por las calles pintorescas de este pueblo nos dimos cuenta rápidamente que tiene algo especial, sus casas antiguas, sus paredes coloridas, sus tiendas antiguas… todo lo que se puede ver es realmente bello. Por lo que no nos extraña que Honfleur sea uno de los pueblos más visitados de toda Normandía.
Este pequeño pueblo de Normandía. De hecho, esta parte de Honfleur es conocida como la cuna de los pintores y el impresionismo, ya que artistas del nivel de Monet, Courbet y Boudin, entre otros, se inspiraron en su puerto y en las bonitas casas coloridas para plasmar sus obras.
Íbamos muy justos de tiempo y no pudimos parar a visitar ninguna de las galerías de arte que hay en el pueblo. Así que solo paseamos, disfrutamos del paisaje, comimos alguna cosa rápida y partimos hasta las playas del desembarco de Normandía.
Playas del desembarco de Normadía
Volvimos al coche, y nos dirigimos hacia Arromanches les Bains, el pueblo donde se encuentra la primera playa que visitaremos, Gold Beach, esta playa es conocida por las enormes pasarelas que podemos encontrar, todavía hoy, donde desembarcaban durante la invasión.
Nuestra visita en esta primera playa fue muy corta, ya que no había marea baja y no se podía ver muy bien, pero no nos desanimamos y rápidamente cogimos el coche y fuimos a la siguiente parada, Longues sur Mer, donde encontramos las baterías de defensa alemanas.
Longues sur mer y Utah Beach
Allí encontramos un puesto de mando y cuatro búnkeres con un cañón cada uno con una potencia que llegaba a alcanzar los 20km de distancia. La verdad es que nos impresionó mucho porque la mayoría estaban muy bien conservados.
Seguimos con nuestra ruta por las playas de Normandía y los lugares más interesantes de la segunda guerra mundial y llegamos a uno de los sitios que más nos impactó en este viaje, el cementerio Americano. Un memorial de las víctimas caídas durante la guerra, que se encuentra en un acantilado mirando a Utah Beach, uno de los lugares dónde murió más gente en esta guerra.
Llegamos poco antes de que cerraran, pero fue tiempo suficiente para captar la esencia del lugar. Paseamos por medio de las cruces, mientras bajaban una bandera americana y sonaba el himno, había silencio absoluto, la verdad que nos impresionó mucho. Se nos puso la piel de gallina! No dudéis en visitarlo, es una parada obligada.
Otro de las paradas obligatorias es el museo de la guerra, que se encuentra muy cerca del cementerio pero estaba cerrado, pero por lo que nos han comentado también es una visita imprescindible. Después de la visita al cementerio, con el cuerpo un poco raro, nos fuimos hacia la playa de Omaha, la más famosa de todas, conocida como «la sangrienta», y es que el día «D» para los aliados, no salió como se esperaba, el fuerte oleaje y la gran defensa alemana provocaron una cantidad enorme de bajas.
Omaha Beach
Llegamos a Omaha Beach, una playa enorme. Cuando observamos todos los monumentos que hay, no podíamos llegar a imaginar los bombardeos, las minas puestas en la arena, no puedes creer como una zona tan bonita y tan tranquila, no hace ni 75 años era uno de los lugares dónde más gente había muerto. Después de hacer unas fotos y contemplar la inmensidad de la playa, nos dirigimos hacia la última parada del día, Pointe du Hoc, en el municipio de Cirqueville-en-Bessin, situado a 10 minutos en coche, uno de los puntos de batalla más épicos de la segunda guerra mundial.
Este acantilado situado entre las playas de Omaha y Utah, fue uno de los sitios claves de la guerra, lástima que ya estaba oscureciendo y no pudimos acabar de disfrutar de las vistas. Sí pudimos ver los agujeros en el suelo de las bombas que habían caído, los puntos de guardia de los soldados alemanes, etc. Merece la pena perderse por esta zona de Normandía. Aquí os dejamos un enlace donde se explica lo sucedido el día D en esta zona. Día D Segunda Guerra Mundial.
Se hizo de noche, así que acabamos de pasear y nos fuimos hacía el apartamento, situado en la localidad de Portonson. Allí nos esperaba el anfitrión, Ángel y su mujer, una pareja realmente acogedora, tenían una casa con 4 habitaciones de alquiler, que comunicaban con su cocina y la casa donde ellos vivían. Al llegar, nos ofrecieron una merienda totalmente gratuita con productos de la zona, como quesos, leche, crêpes, sidra, etc.
Estuvimos hablando mucho rato, nos explicaron que visitar por la zona, las costumbres de su país y como hacían sus productos. La verdad es que nunca hemos estado en un alojamiento que nos trataran tan bien. Un lugar muy recomendable. Os dejamos el enlace para que veáis las fotos y comentarios de este hotel. Si vais os encantará.
Día 3: Mont Saint Michel – Saint Malo – Dinan – Mont Saint Michel
El tercer día empieza de la mejor manera posible, un desayuno increíble que nos había preparado Ángel y su mujer, con muchas mermeladas de la zona, yogures caseros, croissants de chocolate y unas crêpes. Con el desayuno listo, cogemos el coche y nos dirigimos a la joya de la corona de Normandía, el Mont Saint Michel, situado a 15 minutos del apartamento.
En nada llegamos al parquing, vale 12€ pero puedes estar todo el día. Aparcamos y con un bus lanzadera gratuito, nos plantamos en frente de la considerada octava maravilla del mundo; y es que no les falta razón. Te quedas impresionado, no se puede describir en palabras la sensación de estar delante de semejante obra de arte.
Si tenéis la oportunidad de ir a Normandía no dudéis ni un momento, ir al Mont Saint Michel y observarlo durante un buen rato. Sólo así podréis comprender que por muy bonito que sea en imágenes, hasta que no lo ves en directo no aprecias verdaderamente esta increíble maravilla. Lo bueno de ir en diciembre es que no había casi nadie, lo que nos permitió visitarlo sin hacer colas y poder hacer muchas fotos libremente sin prisas y sin que nadie molestara.
El interior del mont Sant Michel
Después de las fotos, nos adentramos y nos paseamos por sus fantásticas y estrechas callejuelas, fuimos subiendo hacia la abadía por calles repletas de tiendas de souvenirs y comida. Parece que el tiempo no haya pasado en este precioso lugar, te transportas años atrás dentro de esas murallas y te sientes un habitante de esa época.
Llegando a la abadía, ya se ve más cerca la estatua de San Miguel Arcángel situada en lo alto de la iglesia. En la entrada de la abadía, si se quiere seguir subiendo y visitarla por dentro, tenéis que pagar 10€, creernos que están bien invertidos ya que las vistas y la abadía por dentro son espectaculares.
Podéis comprar la entrada anticipada al Mont Sain Michel para evitar colas en este enlace.
Nosotros pagamos sin dudarlo y seguimos haciendo la visita y haciendo muchas fotos. La visita la podéis hacer en un par de horas, pero merece la pena visitarlo con calma, pasar tu tiempo observando la magia de este sitio. Nosotros estuvimos casi toda la mañana paseando dentro del Mont Saint Michel, la lástima es que teníamos más pueblos que visitar y no nos podíamos quedar allí todo el día, así que fuimos bajando por un camino pegado a la muralla que te deja contemplar la inmensidad del lugar.
La mala suerte que tuvimos es que no había marea alta y nos quedamos con las ganas de ver este magnífico fenómeno. No obstante, disfrutamos de esta maravilla por completo ya que, se pueden observar unas vistas inigualables. Después de hacer mil y una fotos más, esperamos la llegada del bus lanzadera que nos acercaba al coche para seguir con nuestra ruta y así poder dejar Normandía y adentrarnos en la Bretaña para ir a Saint Malo, la segunda parada del día.
Saint Malo
Llegamos a esta pequeña ciudad amurallada a mediodía, lo primero que hicimos fue ir a comer antes de visitarla. Encontramos un restaurante italiano en el centro a buen precio así que aprovechamos para comer allí. Con las fuerzas renovadas fuimos a pasear por la ciudad. Lo primero que encontramos fue el castillo de Saint Malo, construido en 1424. En la actualidad es la sede del ayuntamiento y alberga el museo de historia de la ciudad.
Continuamos callejeando por las bonitas calles de piedra, con casas muy antiguas y acogedoras, hasta llegar a la catedral de Saint-Vincent. Esta catedral destaca por su estilo gótico y románico, aunque una parte fue destruida durante la segunda guerra mundial y restaurada en varias ocasiones. Entramos y observamos de cerca las partes restauradas y antiguas, y la verdad es que sorprendentemente, no se aprecian muchas diferencias.
Después de pasear por la planta de la catedral y ver las enormes y geniales cristaleras, nos apeteció probar un gofre de chocolate típico de esta zona, estaba buenísimo! Con un poco de calor en el cuerpo, nos decidimos a subir a la muralla, y pasearnos contemplando toda la ciudad y el enorme puerto. Finalizamos el paseo por la muralla y nos preparamos para ir a la tercera parada, Dinan, situada a una media hora.
Dinan
Llegamos a Dinan y prácticamente se estaba haciendo de noche. Esta ciudad medieval con sus murallas, su castillo, su puerto y sus bonitas calles con las casas de madera típicas de la Bretaña, adornadas con las luces de navidad; una ciudad muy acogedora. Aparcamos en el centro, muy cerca del castillo y de la muralla y callejeamos.
Empezamos por las empedradas calles del casco antiguo, allí nos encontramos la Torre del Reloj (Tour de l’Horloge) una torre de unos 45 metros de altura con un gran reloj. Anteriormente, desde aquí se veía la hora desde muchos sitios de la ciudad, y que ahora, se ha convertido en un gran mirador.
No pudimos subir porque al llegar ya estaba cerrado, pero si queréis ver unas fantásticas vistas del puerto y la ciudad en general, no lo dudéis y subir. Seguimos paseando camino al puerto, situado en el río Rance, por una de las calles más conocidas de la ciudad, la calle de Jerzual. Esta une el puerto con la ciudad, es la puerta (del mismo nombre que la calle) que hace de entrada a la ciudad si vienes del puerto.
Al ser de noche no pudimos apreciar bien las vistas del río, así que volvimos hacia la ciudad y nos plantamos en la fantástica iglesia de Saint Malo. Uno de los edificios más importantes de la ciudad. La vimos por fuera y seguimos hacia la joya de la corona, el castillo de Dinan, declarado monumento histórico en 1886. Lo vimos iluminado, con el mercado de navidad a sus pie… la verdad es que impresionaba mucho! Se acababa el día, pero antes de regresar al hotel, fuimos de nuevo a visitar el Mont Saint-Michel para disfrutar esta maravilla de noche.
El Mont Saint Michel de noche
Llegamos sobre las 19:30 de la tarde al parking, no había mucha gente, así que en nada el bus nos acercó delante del Mont Saint Michel. Nos encontramos totalmente a oscuras y solo nos iluminaba las luces de la abadía ( y los flashes de algunos valientes que estaban con sus trípodes aguantando el frío). Un espectáculo visual para finalizar nuestro día en este lugar tan icónico de Normandía. Intentamos hacer alguna foto, pero nos quedaron las manos heladas ya que no teníamos trípode. Así que esta es la mejor foto que hemos podido sacar.
Día 4: Cancale – Dinard – Rennes
Último día de nuestra ruta por Normandía y Bretaña y como nos quedan cosas por visitar, nos levantamos pronto, desayunamos y nos despedimos de Ángel y su mujer que nos han tratado como gente de su familia. Nos subimos al coche dirección Cancale. Esta ciudad con poco más de 5.000 habitantes y con un bonito puerto pesquero es muy conocido en Francia por la calidad de sus ostras.
Llegamos temprano y lo primero que vimos y nos impactó fue un barco que salía del mar y subía por la arena con unas grandes ruedas, y es que es lo normal en Cancale, cuando la marea está baja, los barcos se ayudan de las ruedas para adentrarse en la playa y poder llegar al sitio y recoger las ostras; y cuando sube la marea, dejan de ser como camiones y se transforman en barcos. Nos impresionó mucho!
Paseamos por el puerto y vimos cómo sacaban pales y pales de ostras, parece increíble. Seguimos andando y al final del puerto, junto a un pequeño faro, se encuentra un pequeño mercadillo de ostras donde a cualquier hora del día y recién cogidas, podréis probar esta delicatessen a un precio bastante económico ya que la docena de ostras sale a unos 4€. A nosotros personalmente no nos gustan las ostras y no las probamos, pero había gente comiendo y disfrutando mucho en el mercadillo. Acabamos de pasear por el puerto y nos fuimos a la segunda parada del día, Dinard.
Dinard
Dinard es una pequeña localidad costera muy parecida a Biarritz en el País Basco Francés. Tiene una playa espectacular y muy conocida por sus casas señoriales, a pie de acantilado y con vistas al océano. La verdad que al ser temporada baja estaba casi todo cerrado y no pudimos visitar muchas cosas. Aunque aprovechamos para ver la estatua de Alfred Hitckock con sus pájaros y hacer una vuelta por el camino de ronda pegado a la playa. Este transcurre entre rocas, acantilados y maravillosas casas, aunque mejor les podríamos llamar pequeños palacios porque son impresionantes.
Hicimos una pequeña vuelta dejándonos seducir por el silencio y la tranquilidad de la zona, andando a nuestro ritmo, haciendo fotos y disfrutando del paisaje. Finalizamos la ruta y nos vamos hacia la última parada del día y de nuestro viaje por Normandía y la Bretaña, la ciudad de Rennes.
Rennes
Llegamos a Rennes al mediodía y nuestro vuelo no salía hasta las 18:00 de la tarde así que teníamos algunas horas para poder visitar rápidamente la ciudad. Aparcamos en el centro al lado del mercado, comimos algo en el menor tiempo posible y fuimos al centro histórico. Lo primero con lo que nos encontramos es con la Catedral de Saint-Pierre que por fuera no parece tan bonita como lo es por dentro. Así que mejor entrar a visitarla que ¡os encantará! Sobretodo sus pinturas, sus techos y sus 44 columnas, además la entrada es gratuita.
Salimos de la Catedral y seguimos andando por las calles empedradas del centro histórico de Rennes, donde palpita el corazón de la ciudad. A pocos metros, se halla la preciosa Place Champ Jacquet. Es una de las plazas más bellas y con más encanto de la ciudad, rodeada de coloridas casas de entramado de madera. Como vamos justos de tiempo, seguimos andando y nos dirigimos hacia el Palacio del Parlamento de Bretaña, que se encuentra a pocas calles de allí. Vale la pena perderse un rato por las calles de esta zona.
Nosotros fuimos callejeando y encontramos otra plaza muy céntrica donde había un gran mercado de navidad. Allí nos comimos un tremendo crep de chocolate y con mucha tristeza nos despedimos de la ciudad, de Normandía y la Bretaña. Nos dirigimos hacia el aeropuerto para volver a casa.
Os ha quedado genial el blog, con este aire nuevo. Vaya recorrido más chulo el viaje a Normandía y Bretaña!!! Con 7 años me llevaron mis padres, ahora nuestro sueño es ir juntos. Nos encantaría ir, a ver si lo conseguimos pronto!!! ??
Muchas gracias guapos! A ver si podéis hacer el viaje por Normandía y Bretaña pronto porque es una maravilla! Seguro que os encantará! Si necesitáis cualquier cosa sobre el viaje nos preguntáis. 🙂
Buenas noches, con qué compañía alquilasteis el coche?, y el seguro a todo riesgo os lo ofreció la misma empresa o era de otra compañía. Gracias
Nosotros lo alquilamos a través de rentalcars, la verdad es que no tuvimos ningún tipo de problema, pero hemos leído de todo sobre esta compañía. Lo más importante de todo es leer la letra pequeña del contrato, donde te pone el dinero que te retienen en la tarjeta y que solo se aceptan un tipo de tarjetas de crédito, más que nada para que tengas las cosas claras y no te sientas engañado, si lo lees bien está todo explicado. El seguro también lo cogimos con ellos, pero nos recomendaron coger el seguro directamente con la empresa de alquiler (Europcar, Hertz…).